Por: Carina Ambrogi
Taty es mamá de una niña trans de 9 años. Su hija pasó la primer infancia sin amigos ni amigas, lloraba en el jardín, y apenas llegaba a su casa se sacaba la ropa que tenía puesta, en aquel momento de varón, para vestirse con tacos y ropa femenina. La familia ampliada a mamá, papá, tíos, tías, primos, primas, pidieron ayuda para saber como acompañar la transformación de la pequeña.
A partir de entonces comenzaron a comprarle ropa acorde a su identidad auto percibida, se dejó el pelo largo, y Taty hoy dice que es “su princesa”. Comenzó el colegio y tiene amigos y amigas, y una familia que aprende todos los días.
Con el DNI vencido, Taty fue hasta el Registro Civil de Alejandro Roca, la localidad cordobesa a donde residen, para hacer el cambio de identidad de género. Allí la responsable del organismo le dijo que para eso tenía que llevar a la nena “vestida de varón”.
“Cómo le voy a pedir a mi hija que se vista de varón, te imaginas si la ve algún compañerito o compañerita, que les va a decir”, dijo la mujer en diálogo con este medio. La mamá sabe lo difícil que fue ser “la princesa”, y por eso se negó a hacer pasar a la niña por la tortura que le pidió la responsable del Registro Civil.
Insistieron y la segunda alternativa es que viajaran para hacer el trámite hasta la ciudad de Córdoba. Taty publicó toda la historia en las redes sociales, y después de esta visibilización la llamaron para decirle que podía hacer el trámite en la localidad de La Carlota, que les queda más cerca que Córdoba capital.
“La Ley Nº 26.743 de Identidad de género está vigente desde el año 2012 pero los efectores del Estado todavía no están capacitados y cometen este tipo de aberraciones, vulnerado los derechos del niño a la identidad”, explicó la abogada especializada en la temática Ida Analía Busto. El cambio registral es un cambio administrativo, advirtió, en el que además de la participación del menor se solicita la presencia del abogado del niño, en el interior no están informados sobre este tipo de trámites, no es nada complicado. Respecto del abogado del niño aclaró que no está bien reglamentado, y el problema que se presenta ahora es que gran parte de los profesionales no están al tanto de los cambios. Por este motivo en La Carlota lo realizan pero en Alejandro Roca no.
“Es falla recurrente en los cambios registrales hacen que muchas veces las personas que lo solicitan se den por vencidas, para mi es capacitación y principalmente empatía, es un acto de vulneración de los derechos totales”, enfatizó Bustos.
Mientras tanto, la niña de 9 años continúa con el DNI vencido y con un género que no le es propio, y su mamá buscando quién le permita acceder a los La Ley Nº 26.743 de Identidad de género que rigen para su hija en el país en el que habitan.
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