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viernes, 15 noviembre, 2024
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    Antúnez Sequeira estaba sin vida cuando fue arrojado al pozo

    El informe forense determinó que murió por traumatismo torácico abdominal gravísimo. No presentaba fracturas en brazos ni piernas. Su ex patrón está detenido.

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    El pasado 13 de febrero el cuerpo de Marcelo Antúnez Sequeira (33) había sido encontrado luego de 40 días de búsqueda por zonas rurales cercanas a San Vicente.

    Muy pronto quedó claro que el peón había sido asesinado y los investigadores no tardaron en señalar a quien era su empleador como posible responsable. La víctima tuvo una muerte violenta y fue arrojado a un profundo pozo. El informe final de la autopsia descartó versiones acerca de la forma de su muerte.

    Según fuentes consultadas, PRIMERA EDICIÓN pudo saber que Antúnez Sequeira ya estaba sin vida al momento de ser arrojado al pozo. En principio el informe preliminar de la autopsia había señalado que el deceso había ocurrido de forma violenta. Ya en el detalle específico acerca de los signos que evidenciaba el cadáver, se señala en el escrito que tuvo una muerte violenta por “traumatismo cerrado torácico-abdominal gravísimo”.

    El cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición y su data de muerte coincidía con el día de su desaparición, el 4 de enero pasado. No presentaba fracturas en miembros superiores ni inferiores pero sí tenía en la cabeza una lesión por caída de altura, según señalaron los forenses.

    Lo que hasta el momento no pudo dilucidarse es cómo le provocaron las lesiones mortales a Antúnez Sequeira. A medida que la investigación avance esto seguramente podrá ser clarificado.

    El único implicado que tiene la causa es el hombre de 71 años quien el día de su desaparición había ido a buscar a Antúnez Sequeira para que le hiciera un “trabajito” en la chacra de su yerno. Pero el hecho que fuera quien lo llamó para trabajar justo el día en el que desapareció no fue el único cabo que los investigadores supieron atar.

    En diálogo con los familiares ellos indicaron que entre Marcelo y el hombre habían ocurrido roces en varias oportunidades.

    Antúnez Sequeira había trabajado al menos durante cinco años para quien ahora es el principal sospechoso. La relación comenzó a resquebrajarse cuando el patrón comenzó a acusarlo porque se le habían desaparecido garrafas y una cortadora de pasto. Pero cuando una supuesta demanda laboral de parte de Sequeira llegó a manos de su empleador ahí empeoró todo.

    Búsqueda y hallazgo

    Cuando Marcelo no volvió, su hermano se dirigió a la comisaría a radicar la denuncia. Pasaron los días y decenas de policías lo buscaban por todo San Vicente y zonas aledañas.

    Finalmente, tras un allanamiento ordenado por el Juzgado de Instrucción 3, a cargo del magistrado Gerardo Casco, en una vivienda de Picada Zulma hallaron algunas de las prendas que vestía Antúnez al momento de su desaparición.

    Esto disparó otro allanamiento en una chacra de Picada El Progreso, lugar donde Antúnez tenía que hacer la changa. El fuerte olor a putrefacción guio a efectivos de la UR-VIII a un pozo, donde finalmente hallaron el cadáver.

    El patrón de Marcelo fue detenido y tras ser citado a indagatoria se abstuvo de declarar y fue imputado por “homicidio simple”. Está tras las rejas desde el pasado 13 de febrero. Su abogado defensor solicitó la prisión domiciliaria por afecciones de salud que padecería su defendido. Para cotejar esto fueron ordenados estudios médicos. Una vez que se complete este informe el juez decidirá si le cabe continuar el proceso fuera de una celda.

    Fuente: Diario Primera Edición

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