En ese marco, el primer ministro interino condenó el hecho, al que calificó de “odioso, inhumano y bárbaro”.
Además, llamó a la población “a la calma” y sostuvo que “la situación de seguridad del país está bajo control de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas”.
“Confío en que la democracia y la República vencerán”, aseveró Joseph.
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