“Proyectamos una suba del IPC de 2,9% para agosto, con alimentos y bebidas poniendo un piso a la baja que se observa desde mayo”, señalaron a Ámbito desde Analytica, y agregaron: “Para el resto del año, también estimamos que la tasa de inflación va a continuar descendiendo lentamente, ya que el Central sigue firme en su política de un peso depreciándose al 1% mensual, bastante por debajo de la inflación. Y, debido a que las tarifas se van a mantener sin aumentos, hay suficientes razones para que la desaceleración continúe”.
Desde Ecolatina, por su parte, también anticiparon que se ubicaría “por debajo del 3%” y desde el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), estaría “cerca de esa cifra; si es por debajo, no sería por más de una o dos décimas”. Por su parte, desde la consultora LCG, señalaron en su informe: “Esperamos que se ubique en torno a 3%, marcando así cierto nivel de inercia inflacionaria con un piso marcado en el 3%. Este dato es consistente con una suba acumulada 33% en los primeros ocho meses del año y una variación del superior al 52% anual. El índice LCG para alimentos y bebidas cerró el mes con una inflación mensual promedio del 3,1%, reflejando una desaceleración respecto al cierre de julio (3,4%). No obstante, durante el mes se dieron aumentos autorizados por el Gobierno que podrían moderar esta baja”.