Infectólogos y especialistas apoyaron las restricciones a los horarios de cierre de actividades nocturnas para contrarrestar el avance de los contagios en la segunda ola de coronavirus y advirtieron que se deberán reforzar los controles de los protocolos y normas que se implementen.
“Hay que trabajar con intervenciones globales, no es solamente lo nocturno. Las restricciones tenés que imponerlas según la capacidad de control que vas a tener”, dijo a Télam la infectóloga Andrea Uboldi.
“Es importante que controlen la nocturnidad. Está más vinculado a bajar la siniestralidad de los accidentes de tránsito, consumo problemático y violencia, porque la misma gente que se accidenta o balean necesita ambulancias, guardias, quirófanos y terapias”, explicó, y agregó que “hay que controlar y hacer operativos fuertes por las fiestas clandestinas”.
“La responsabilidad social es muy importante, y el Estado tiene que estar presente”, sostuvo.
El martes, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, habló de medidas “tempranas, transitorias y localizadas” para desacelerar la ascendente curva de contagios.
En esa línea, autoridades provinciales y municipales ya comenzaron a reforzar medidas de control y restricciones en sus jurisdicciones para frenar el aumento de los contagios.
En esta línea, varias provincias renovaron los límites horarios en la actividad comercial y gastronómica tras la culminación de la temporada de verano, a la vez que intensificaron los controles de tránsito para evitar la aglomeración de personas y aplicar multas a quienes se reúnan en eventos sociales no autorizados.
Ernesto Kofman, investigador del Conicet, dijo a Télam que “restringir la nocturnidad es una medida efectiva si se implementa y se controla”.
“En la experiencia de otros países mostró que bajan los casos, pero se debe garantizar que un buen porcentaje de gente lo cumpla”, advirtió.
Según Kofman, la segunda ola de coronavirus en el país se dio porque “había muchas reuniones a la noche y en el interior, que es donde se producen la mayor cantidad de contagios”.
“Era claro que esta segunda ola iba a venir por la cantidad de contacto social que había, con todas las actividades abiertas. Igualmente estamos lejos de la inmunidad de rebaño, hay que seguir con los cuidados”, aseveró el investigador.
El infectólogo Tomás Orduna opinó que las medidas restrictivas nocturnas serían más efectivas a horas más tempranas, en tanto médicos intensivistas advirtieron sobre la “notable gravedad” que afecta al sector.
Miembro del comité de expertos que asesora al Gobierno, Orduna se refirió a la ampliación de las restricciones en las actividades nocturnas.
“No me mueve el amperímetro entre las dos de la mañana y las doce de la noche”, dijo y sostuvo que para que la medida sea efectiva las restricciones deberían regir “desde las ocho o nueve de la noche”.
“Si dejamos esto como está (sin restricciones), para fin de mes podemos tener 45.000 casos en un día”, advirtió Orduna, y puntualizó que “el derrame” de contagios se va a producir “en casos críticos, graves, terapia, muertes. En definitiva, esto hay que pararlo”, insistió.
Ante este escenario, Uboldi celebró “que se incrementen los testeos porque si podes diagnosticar más rápido podes aislar a la gente”.
“La segunda estrategia es seguir comunicando cómo tiene que cuidarse la gente, haciendo énfasis en el cubreboca bien aplicado todo el tiempo. Que se insista en que la gente no ande sin tapabocas, que todos seamos agentes de control”, aseveró.
“Hay que aumentar la velocidad de la vacunación, porque corrés a contrarreloj y necesitás 15 días para que las personas que se aplicaron la vacuna adquieran la inmunización. Si la Nación está haciendo un esfuerzo para conseguir dosis, las jurisdicciones tienen que vacunar lo más rápido que puedan”, concluyó Uboldi.
Fuente: (Télam)