Ese asunto se conjuga con la reunión de coordinación, prevista en el Consejo que arrastra temas del último plenario y que estrenó la dinámica de acuerdos puntuales y sistémicos. Allí hay dos sorpresas: los representantes del bloque oficialista -que responden en pleno al kirchnerismo más que al Gobierno- fueron los que mejor predispuestos se mostraron para exhibir avances. El PRO azuzó con resistir acuerdos pero terminó acompañando sin mostrar fisuras. Con este mínimo gesto, el Consejo se erige en un lugar impensado. Es el único ámbito en el que parece ser viable la negociación política. “No se espera a nadie” es el nuevo leit motiv que guía la acción que arrastra la nueva dinámica en la que todos los consejeros han procurado mostrarse activos y “presenciales” a la hora de diseñar sus agendas. Una muestra: el que quiera pedir acceso virtual vía Zoom para las reuniones debe responsabilizarse sobre su propia calidad de conectividad. Nada de echarle la culpa a la tecnología. El que desaparece de la ventanita no vota. Hay movimientos frenéticos de los representantes de los abogados que combinan giras proselitistas a sus propios electores y perfil más alto en propuestas para generar cambios. Habrá que monitorear, luego de la feria, cuando el Consejo ponga proa a definir si inicia juicio político al juez mendocino Walter Bento sin que haya sector alguno que lo defienda internamente. No estaría solo en esa picota. En la otra orilla, el pedido del juez Alejo Ramos Padilla de que le concedan una audiencia para defenderse –sin que mediaran los procedimientos formales de acusación- no fue bien recibido. Mucho menos que se hiciera público.
Entre los abogados, el que se mostró más activo es el actual presidente del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal Ricardo Gil Lavedra que promocionó su visita al presidente de la Corte Horacio Rosatti con un rosario de reclamos transmitidos para defender a la abogacía. Adentro de la reunión no se escuchó nada parecido. El hecho de haber sido recibido en la sede del Consejo impidió a Gil Lavedra pispear alguno de los expedientes en los que actúa como abogado de parte y que están a consideración de la Corte. No solo es el flamante apoderado de Vicentin contra su concurso, sino que le adeudan la liquidación por el litigio de la coparticipación a Santa Fe.
Si existe una demostración de lo dinámico del panorama lo grafica el tema de la ampliación de la Corte a 25 miembros, asunto que había entusiasmado a los gobernadores y había empujado al Ejecutivo a hacer propia la iniciativa. A defenderlo en el Congreso concurrieron ayer sólo 7 de los 16 gobernadores que habían acordado. La retirada táctica de algunos también se explica con la controversia iniciada por Cristina con respecto a los planes sociales y abrió el dique para que su control pase a las gobernaciones y a las intendencias. “Mejor caja de planes en mano que futuro juez de la Corte volando”, calcularon en el aire los mandatarios. Esa chance se vuelve mucho más tangible en un contexto de bolsillos fláccidos y en el umbral de la campaña.
Si no fue intencional la mención de Cristina sí tuvo correlato judicial: veloz, el fiscal Guillermo Marijuan aprovechando su rol en la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos relativos a la Seguridad Social radicó una denuncia contra las organizaciones sociales que fomentarían el retorno de parte de lo abonado a los beneficiarios para sostener sus estructuras. Apuntó al Partido Obrero y al Polo Obrero. Pero la cuestión desde lo conceptual podría extenderse como mancha de aceite. De ello puede dar cuenta el nuevoencuentrista Martín Sabbatella que de 2013 a 2016 peregrinó por tribunales por aportes de sus militantes que descontaban parte de su sueldo en la AFSCA. Fue sobreseído porque la Cámara determinó que eran voluntarios. El trámite, para este caso, podría ser mucho más complicado de resolver.
Mañana está previsto que declare en indagatoria un hombre que está acusado de realizar una pegatina agraviante contra el juez de la Corte Juan Carlos Maqueda pretendiendo vincularlo con escándalos de supuesta corrupción en la obra social del Poder Judicial. Su identidad y quién podría haber hecho ese encargo no trascendieron todavía. Pero se manejaba en una 4×4 de alta gama. Quedó filmado. Raro.