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jueves, 25 abril, 2024
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    “Honrar a quienes perdí”: el relato de un voluntario de la primera vacuna contra el VIH

    Como parte de la investigación que buscará determinar la eficacia de una vacuna preventiva contra el virus, un voluntario de las pruebas dijo que vive "una especie de incertidumbre muy esperanzadora". Cómo se realizan aquellas pruebas.

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    La más reciente de las investigaciones ligadas a la prevención del VIH, denominada Estudio MOSAICO, incorporó en el último año voluntarios quienes estuviesen dispuestos a inocularse con el fin de probar la eficacia de una vacuna preventiva contra el virus.

    A nivel local, la investigación es conducida por Fundación Huésped y llevada a cabo en simultáneo en centros de Brasil, España, Estados Unidos, Italia, México, Perú y Polonia. Comenzó a fines de 2019 y espera obtener resultados recién en 2023.

    Estudio MOSAICO Vacuna VIH

    Junto a su pareja, Humberto Costa (36) es uno de los tantos argentinos que tuvieron la intrepidez de unirse a estos para determinar aquel grado de seguridad que el preparado puede ofrecer contra el virus de la inmunodeficiencia adquirida.

    “Me enteré del ensayo por un amigo que estaba empezando con el proceso de screening previo. El screening son una serie de estudios que te realizan y permiten confirmar que no tenés VIH”, dijo en diálogo con PERFIL.

    Aclaró que “al momento del estudio, deben asegurarse de que tampoco poseas ninguna enfermedad de transmisión sexual o ETS sin tratar. Finalmente, pueden comenzar a aplicar las vacunas si así lo deseas”.

    “Estoy siendo parte de un procedimiento sensible y a la vez es muy emocionante”

    Sobre el motivo que lo llevo a querer formar parte del estudio a escala global, dijo: “Fue, de alguna manera, el querer honrar a los seres queridos que perdí debido al virus de inmunodeficiencia humana y/o SIDA”.

    “También a los amigos los que he acompañado y acompaño hoy en día mientras transitaban o transitas los distintos estadíos por los que se pasa luego de obtener el diagnóstico inicial. Todo ocurrió en distintas épocas de mi vida”.

    “Desde hacer fila a las cuatro de la mañana frente al Hospital Muñiz, donde ellos esperaban recibir su medicación, hasta la hospitalización de alguno e interminables charlas a las que, lamentablemente, personas con VIH deben tener”, detalló.

    Estudio MOSAICO Vacuna VIH

    Otra de las razones que lo motivaron a realizar el voluntariado fue su vínculo con el colectivo LGBTIQ+. “Siendo de la generación del ’84, el año en que se desató la pandemia del SIDA, el fantasma de la enfermedad siempre fue un factor muy presente”.

    Respecto a la enfermedad como tal, opinó que el VIH “sigue siendo una enfermedad que tiene muchísimo peso social” y que “este peso es desigual si se lo compara con la cantidad de información que maneja el público sobre el tema, que es poca, o nula”.

    Haciendo hincapié en el ensayo, precisó: “Desde que comencé este proceso pasaron cinco meses. Llevo solo dos aplicaciones de las cuatro que debería recibir. Siento que estoy siendo parte de un procedimiento sensible y a la vez es muy emocionante”.

    Un detalle que no puede obviarse sobre esta primera vacuna contra el VIH es que el particular preparado cuenta con un pin preventivo. Esto significa que su aplicación ayudaría a evitar que personas puedan contraer la enfermedad y no erradicarla.

    “Nos dan un diario personal con cada aplicación y escribimos lo que nos ocurre”

    Costa admitió que poco después de aplicarse la vacuna, “la sensación es una especie de incertidumbre muy esperanzadora. Principalmente por que, estando en en fase tres, todavía hace falta terminar de reclutar el número de voluntarios en Argentina”.

    “Es un proceso que lleva su tiempo y los resultados no los vamos a obtener ahora. Además, tratándose de un ensayo conocido como doble ciego, ni siquiera yo o el equipo médico sabe si me inocularon con la vacuna o un placebo”, puntualizó.

    Aún frente al revuelo y atención que genera la sola mención de posibles efectos secundarios en vacunas, insistió: “Nada cambió para mí, tuve apenas algunas respuestas fisiológicas a la aplicación, un poco de temperatura y decaimiento, como con cualquier otra vacuna”.

    Estudio MOSAICO Vacuna VIH

    En relación al seguimiento tras recibir la primera de las inyecciones, afirmó: “Nos entregan un diario personal con cada aplicación. Allí tenemos que documentar todo lo que nos ocurre en los ocho días posteriores a la aplicación”.

    “También nos brindan una regla especial para medir el tamaño de la marca que puede o no llegar a dejarte la vacuna y un termómetro para tomarte la temperatura todos los días. Finalmente, una caja con 150 preservativos de latex y sachets de lubricante”, prosiguió.

    Estar dispuesto a llevar a cabo ciertos controles médicos necesarios además de recibir asesoramiento y análisis de detección del VIH de manera regular es uno de los requisitos excluyentes para formar parte de los ensayos clínicos en el país.

    “Nunca puse en duda lo que estaba haciendo”

    En los últimos tramos de la entrevista, reflexionó: “Nunca puse en duda lo que estaba haciendo por que, desde un primer momento, los infectólogos con los que tuve la primera entrevista disiparon todas las interrogantes que podía haber llegado a tener.

    “Cabe recalcar que esta vacuna no es una invitación a dejar de cuidarse o a tener arbitrariamente practicas sexuales de riesgo, todo lo contrario. Se explica desde un primer momento que se trata de un un esfuerzo más para detener la propagación del virus”, indicó.

    Buscando crear conciencia, concluyó: “Sumado a otros esfuerzos, como el de los médicos, también está la decisión consciente que toma uno mismo de cuidarse, no sólo con métodos profilácticos, si no también con información”.

    Estudio MOSAICO Vacuna VIH
    Muestra de sangre dispuesta para el análisis y búsqueda del virus de la inmunodeficiencia humana.

    Del presente estudio, pueden participar hombres cisgénero y personas transgénero que tengan relaciones sexuales con, valga la redundancia, hombres cisgénero y/o personas transgénero, de entre 18 y 60 años de edad y con riesgo de adquirir el virus.

    Alrededor de 3.800 personas son hoy quienes también tuvieron la valentía de formar parte de dicha investigación, en 57 centros de investigación de los 8 países antes mencionados, dispuestos a lo largo de las Américas y Europa.

    Durante los últimos 25 años, más de 30 mil individuos integraron diversas investigaciones, a nivel mundial, de la vacuna contra el VIH. Ninguno de ellos se infectó a través de alguno de los preparados evaluados, ya que éstas no contienen al virus como tal.

    Fuente: (Perfil)

     

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