La definición de la comitiva de la CGT está a cargo de Víctor Santa María, secretario general del gremio de encargados de edificios (Suterh) y promotor de Lula en sus visitas a la Argentina como la de diciembre de 2021 cuando participó de los actos por el Día de los Derechos Humanos. El responsable del viaje es el exministro de Educación Nicolás Trotta. En diciembre pasado Lula había visitado la sede de la CGT, en Azopardo 802, junto al expresidente de Uruguay José “Pepe” Mujica.
Aunque la nómina de invitados todavía no está resuelta los nombres más firmes para participar de la asunción de Lula son el trío de secretarios generales de la central, Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, y el responsable de Relaciones Internacionales, Gerardo Martínez, además del propio Santa María. Por la CTA de los Trabajadores está previsto que viajará su secretario general, Hugo Yasky, en tanto que el docente Roberto Baradel, adjunto de esa central, irá en marzo como parte de un plenario de la Confederación Sindical Internacional (CSI). Tanto la CGT como la CTA mantienen lazos estrechos con la CUT, la mayor organización de sindicatos de Brasil.
El viaje a Brasil, coinciden gremialistas de la CGT y la CTA, servirá para profundizar el diálogo con vistas a coordinar futuras acciones. El enrarecimiento del clima político argentino sostenido sobre todo a partir del atentado contra Cristina de Kirchner y su posterior condena en la causa Vialidad arrimó posiciones entre dirigentes que habitualmente se recelan o directamente se ignoran.
Si bien los sectores tradicionales de la CGT no participarán el lunes en la movilización frente a la sede del Centro Cultural Kirchner (CCK) para apoyar a la vicepresidenta, como sí lo harán las dos CTA y los núcleos de Pablo Moyano y el bancario Sergio Palazzo (Corriente Federal de Trabajadores), un encuentro esta semana de líderes de los tres espacios con sus colegas del Consejo Económico y Social de Europa sentó las bases para nuevas conversaciones.