“Le dediqué mucho tiempo a qué hacer en la Argentina. Te soy sincero, la verdad es que tenía mucha ilusión, con lo cual las primeras semanas fueron muy duras. Hoy ya me estoy recuperando y estoy tratando de aprender, sin flagelarme”, admitió Larreta en la entrevista.
“Es bueno pasar el duelo sanamente, sufrirlo, entenderlo. Las primeras semanas tenía angustia, opresión en el pecho, que no querés levantarte de la cama y te preguntás ‘ahora qué voy a hacer’. Estoy saliendo, tratando de canalizar constructivamente. Estoy mejor ahora”, se sinceró el funcionario.
“Hasta el domingo a las 18 pensaba que podía ganar la interna. Sabía que era peleada, pero sinceramente no la vi venir, mirá que ando mucho en la calle. Imaginate en el búnker, con amigos de toda la vida, familia, pareja, hijas, todos con la expectativa”.
También recordó que entre las 19 y las 21 del 13 de agosto le fueron dando gradualmente información sobre sus resultados insuficientes para ganar la interna y aseguró que “en un momento caés y es una especie de terremoto emocional, parece que se te cayó el mundo”.
Larreta afirmó que subirse al búnker de Juntos por el Cambio luego de perder y hablar fue “una de las situaciones emocionalmente más difíciles que me tocó en la vida”, aunque insistió en que está convencido de que “Patricia Bullrich es la mejor candidata”.
También dijo que los días posteriores a su derrota recibió gran cantidad de “llamados cariñosos, pero que son de pésame” y que actualmente recibe un tercio de los mensajes que le llegaban cuando era candidato presidencial.
“Ser presidente es un medio, no puede ser un objetivo en sí mismo, en la vorágine a veces uno confunde, pero yo en realidad quiero cambiar el país. Siendo presidente tenés más herramientas, pero no es la única manera y no tiene que ser una obsesión. Mi carrera no terminó”, respondió el jefe de Gobierno porteño al ser consultado sobre si seguía soñando con la presidencia, aunque no lo descartó en ningún momento.
El distanciamiento de Rodríguez Larreta con Mauricio Macri
Por otra parte, asumió que Macri no lo apoyó en la interna, pero le restó relevancia: “El que piensa diferente no te cagó, tiene todo el derecho del mundo”, observó.
También confió que Macri no lo llamó después de la derrota, y que sólo le escribió le escribió “un par de días después porque creo que esa semana misma tuve que dar una charla en The Council of the Americas”.
“Mauricio tiene una inclinación pública hacia Patricia, pero su apoyo no condiciona al voto de la gente. La gente es mucho más independiente de lo que yo creía”, reflexionó.
“Macri no me cagó, tomó una posición producto de lo que piensa que el país necesita. Yo pienso algo diferente y está bien. El que piensa diferente no te cagó, tiene todo el derecho del mundo”, enfatizó el excandidato de Juntos por el Cambio, quien también recordó que con Macri se encontraron el día de la presentación del libro de Patricia Bullrich: “Nos saludamos y todo bien, por supuesto”, comentó.
Cuando le consultaron sobre su vínculo personal con el expresidente, que parece no haberse recuperado de la feroz interna que atravesó el partido, Larreta admitió que “para el vínculo personal no hubo ocasión y yo, también, después del terremoto que fue perder, me recluí en mis afectos. No te digo que me aislé porque tengo una responsabilidad con la Ciudad y laburo todo el día, pero traté de correrme de la vorágine para resguardarme”.
Finalmente, opinó sobre el resultado de las PASO, en las que se impuso por escaso margen el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, y dijo que “tampoco vi venir lo de Milei, la magnitud de lo que fue”.
“Ni me lo imagino a Milei presidente, hago todo para que gane Juntos por el Cambio. No hay plan B, en mi caso ni lo pensé y no espero ningún cargo”, aseguró el excandidato.
“No soy rencoroso, pero lo dije con todas las letras: no a la violencia. No creo en eso y lo dije en la campaña. Descreo de la violencia verbal como forma de hacer política. No coincido en nada con Milei”, planteó.
Fuente: Ámbito