Los investigadores del caso de Madeleine McCann, la niña británica desaparecida hace 14 años, creen estar “100% seguros” de que Christian Brueckner fue el asesino.
Luego de una larga investigación con idas y vueltas, los responsables del caso afirman tener la evidencia suficiente para la acusación y esperan que todo se termine el próximo año.
El fiscal alemán a cargo del caso, Hans Christian Wolters, aseguró a medios británicos: “Estamos seguros de que tenemos al hombre que la secuestró y la mató. Es posible acusarlo ahora porque tenemos la evidencia. Pero no se trata solo de acusarlo, queremos hacerlo con la mejor evidencia posible”.
En este sentido, Wolters explicó que mientras tengan algunos cabos sueltos, “no tendría ningún sentido avanzar con la acusación”, teniendo en cuenta que Brueckner ya se encuentra en la cárcel por otros delitos. Añadió que la investigación no terminará “mientras haya posibilidades de encontrar nueva información”.
Sin ADN ni evidencia fotográfica
Maddie desapareció en 2007 cuando tenía tres años en un complejo hotelero –Ocean Club– en Praia da Luz, Portugal, donde se hospedaba junto a sus padres.
Si bien todo parece indicar que la niña está muerta, los fiscales todavía no cuentan con las pruebas suficientes para asegurarlo ni para saber cómo sucedió.
De hecho, no hay ADN o evidencia fotográfica que vincule a Brueckner con el presunto asesinato. “Sin embargo, las pruebas que tenemos no permiten otras interpretaciones”, dijo Wolters.
La evidencia disponible incluye una “confesión” que Brueckner le hizo a un amigo y un análisis telefónico que muestra que estaba en el Ocean Club cuando la niña desapareció.
Además, Brueckner vivía en una caravana cerca de Praia da Luz cuando Madeleine desapareció. La policía británica y alemana se enteró por primera vez de él como sospechoso en 2017, pero solo lo hizo público en junio pasado.
