Gracias a la modificación del Impuesto a las Ganancias, más de 130 mil jubilados quedarán excluidos del pago del tributo, generándoles un ahorro mensual de entre 3.100 y 4.200 pesos. Se trata de jubilados de ingresos medios/altos que reciben entre seis y ocho haberes mínimos; es decir, entre 41 mil y 62 mil pesos.
La cifra fue destacada por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda que coordina el economista Santiago Fraschina. El centro de estudios realizó un recuento de la situación de los y las jubiladas durante los últimos cinco años: la caída de poder adquisitivo durante los cuatro años de macrismo, y las políticas directas e indirectas que mantuvieron sus ingresos durante el primer año de pandemia.
Desde la asunción de Alberto Fernández se generaron diversas medidas que impactaron de manera directa en los ingresos jubilatorios: los bonos extraordinarios de diciembre 2019, enero y abril 2020 se sumaron a los aumentos por decreto que reemplazaron la actualización de los haberes por fórmula hasta marzo 2021, mes en el que se aplicó la nueva movilidad. Luego siguieron los bonos extraordinarios de abril y mayo de 2021.
Sin embargo, “los aumentos que se registraron de manera directa no son las únicas políticas que impactan en la calidad de vida de cada jubilado y jubilada. En este sentido, se llevaron a cabo desde diciembre 2019 diversas políticas de ingresos indirectos a los adultos mayores”, analiza el informe.
Entre diciembre 2019 y noviembre 2020 se prorrogó el pago de cuotas de créditos Anses de 2,6 millones de jubilados y pensionados generando un ingreso indirecto de 1.500 de pesos por jubilado/a. Durante 2020 esa medida se complementó con el congelamiento de tarifas, que impacta de manera directa en los costos mensuales de las personas mayores.
Además, desde marzo 2020 el PAMI creó un vademécum de 170 medicamentos gratuitos que genera un ahorro mensual promedio por jubilado/a de 3.700 pesos, impactando de manera positiva en uno de los principales gastos mensuales de las personas mayores.
Actualmente las medidas de ingresos indirectos se registraron principalmente a través del crecimiento del Programa de Beneficios Anses que otorga un 10 por ciento de descuento para consumos de hasta 1.000 pesos por compra con tarjeta de débito de beneficiaros de la Seguridad Social. “Estimando que un 38 por ciento del consumo de las personas mayores está destinado a bienes que son alcanzados por este beneficio, el ahorro mensual alcanza los 781 pesos al mes para jubilados/as de la mínima y 4.690 pesos al mes para jubilados/as de 6 haberes mínimos”, explica la Undav.
Para los adultos que cobran la jubilación mínima también se otorga el beneficio del reintegro del 15 por ciento del IVA que realiza AFIP en consumos de hasta 700 presos.
En total, sumando todos los beneficios indirectos, un jubilado de la mínima ahorra un 25,2 por ciento de su haber, recibiendo un aumento indirecto de 5.181,7 pesos. Por el lado de las jubilaciones de ingresos medios/altos, entre el programa de Beneficios ANSES y la exención de ganancias reciben un incremento indirecto del 6,3 por ciento.
El capítulo Macri
“Uno de los principales sectores de la sociedad que fue vulnerado por las políticas de sobreendeudamiento, aumento de tarifas y desregulación del mercado financiero fue el de los jubilados y jubiladas, que vieron caer el poder de compra de sus jubilaciones 18,2 por ciento entre 2016 y 2019″, comienza el informe.
La jubilación mínima pasó de tener la capacidad de adquirir 1,75 Canastas Básicas Totales de un Adulto mayor de 60 años en septiembre 2017, a caer a 1,34 en diciembre 2019. Luego de este deterioro, con la suspensión de la Ley de Movilidad sancionada en 2017, que provocó una pérdida de 19,5 por ciento del poder adquisitivo de las jubilaciones en tan solo 2 años, se logró mantener en el año de la pandemia la relación entre la canasta básica y la jubilación mínima. Sin embargo, la situación de los ingresos de cada jubilado y jubilada difirió significativamente respecto al 2019.
“Las políticas de este estilo focalizadas en sectores de la sociedad con una alta propensión marginal al consumo tienen impacto directo en la reactivación económica. En un contexto en el cual la economía se ve afectada por las restricciones necesarias para el cuidado de la salud, este tipo de políticas incrementan el impacto real en la economía”, concluye el informe.