“A fin de evitar cualquier situación que pueda generar mayor nivel de conflictividad o perjuicio en personas o bienes, solicito su intervención y pongo en su conocimiento la presente manifestación a fin de que arbitre los medios necesarios para evitar perjuicios mayores”, señala la denuncia oficial. Cerca de Moroni alegaron que no se trató de una denuncia de un ilícito sino de hacerle saber a la Justicia la ocupación.
La toma llegó en medio de la audiencia número 33 desde que arrancó el conflicto. El Sutna había encarado la paritaria bajo tres premisas: revisar el acuerdo del año pasado, que había cerrado con un aumento del 50%; encarar la discusión salarial de 2022, y plantearles a las fábricas un ítem extra para los más de 2 mil operarios: llevar a 200% el pago por la hora trabajada durante los fines de semana, algo obligado para todos los trabajadores por la modalidad vigente en la industria. En todo momento las tres empresas ignoraron el reclamo por los fines de semana. Respecto de la revisión del año pasado hubo una oferta conjunta para adicionarle 16% a ese acuerdo, y este miércoles propusieron un aumento de 38% por el segundo semestre de 2022.
El Sutna objetó la propuesta y, por haber sido transmitida por la funcionaria Gabriela Marcello, directora de Trabajo, interpretó que se trataba de un planteo unilateral para zanjar el conflicto. Desde la cartera lo negaron y dijeron que era una propuesta de tantas que habían surgido en los más de 100 días de negociaciones.
Si bien el equipo de Moroni suspendió las discusiones por la toma, desde el área de Producción, a cargo de José de Mendiguren, convocaron ayer a las fábricas en conflicto y a las terminales automotrices. Del neumático fueron representantes de Pirelli y Bridgestone, las dos multinacionales que operan en la Argentina. También asistió el secretario de Comercio, Matías Tombolini. El planteo generalizado fue de preocupación por un desabastecimiento cada vez más marcado, en un contexto de suba de precios de los productos por encima de cualquier índice.
Acordaron un nuevo encuentro, que sólo se cristalizará una vez que Crespo resuelva abandonar las oficinas de Callao. Para esa eventualidad se llamará a las empresas del neumático y a las terminales, y también a la UOM y el Smata, dos sindicatos que hicieron saber por su parte su inquietud por el parate en otras actividades por falta de neumáticos.