El Gobierno estadounidense de Donald Trump fue el que lanzó la teoría de un escape de un laboratorio chino, descartada por los expertos y otra vez tomada en cuenta por la Casa Blanca.
“Estamos profundamente decepcionados. Su posición es irresponsable y, francamente, peligrosa. Estados Unidos apoya el plan de la OMS para la fase dos, que se compromete a garantizar que estos estudios sean científicos, transparentes, dirigidos por expertos y libres de interferencias”, expresó esta semana la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki.