“Es evidente la preocupación de los integrantes del staff (del FMI) por dejar en lo posible a salvo sus responsabilidades, reconociendo la alta probabilidad de que el programa (crediticio) fracase, al igual que ocurriera con los dos anteriores: el de 2000 y el de 2018”, dijo Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano.
“Los grandes desequilibrios macro persisten y pensamos que la inflación será difícil de bajar con el déficit actual y una emisión monetaria tan grande. Y en este marco, los activos que ajustan por CER (inflación) siguen estando entre nuestros preferidos”, señaló Portfolio Personal Inversiones.
Por su parte, se acrecientan las dudas respecto al crecimiento 2022. Para Delphos Investment “dependerá en gran medida de la disponibilidad de reservas para afrontar mayores pagos por importaciones energéticas e industriales. El saldo del incremento de precios de las exportaciones agroindustriales superaría en alrededor de 2.000 millones de dólares los mayores costos de las importaciones energéticas en este año brindando ‘aire’ a las cuentas externas”.
“Sin embargo, el creciente déficit de servicios reales (turismo, fletes, etc.) y de intereses comienza a dificultar la tarea de acumular reservas por parte del banco central”.
Desde ValNet Research, afirmaron que “la falta de entusiasmo (de los mercados) respondería a que el reciente acuerdo con el FMI sólo evita un default inmediato y da un corto plazo para ir equilibrando las cifras económicas y financieras del país”.
“Los bonos en dólares siguen en bajas paridades, indicando un mayor estrés. Así, para estar en línea, o suben los bonos o suben los dólares financieros, donde lo más probable es que sea esto último”, estimó Roberto Geretto de Fundcorp.
Por último, Gustavo Ber de Estudio Ber se refirió a las internas en el Frente de Todos: “Las tensiones dentro de la coalición oficialista siguen actuando como un condicionante, ya que complejizan el escenario político, el cual resulta crucial para la gestión de Gobierno y para avanzar en la implementación de las metas acordadas con el FMI”.
“Ello se debe a que la puesta en marcha de las medidas necesarias para la convergencia en los desequilibrios económicos tendrán costos políticos, lo cual podría abrir mayores cortocircuitos a medida que se avance en el calendario electoral del 2023”.