La Tierra Colorada volvió a escuchar el clamor femenino. Ayer, una marea lila salió a las calles a luchar, como todos los 8 de marzo, por la reivindicación de los derechos de la mujer.
El 8M se llevó a cabo con una particular y lamentablemente repetida consigna: ¡Basta de femicidios! #NiUnaMenos.
El reclamo que permanece vigente desde hace ya varios años se llevó a cabo en Posadas por la mañana y también por la tarde. Las mujeres ocuparon el espacio púbico para denunciar y reclamar acciones concretas en materia de violencia de género.
La apuesta surgió como consecuencia de las escalofriantes cifras de maltrato y femicidios que se replican en todo el territorio nacional.
De esta manera, organizaciones feministas, movimientos, asociaciones que abordan la problemática de género y mujeres autoconvocadas llamaron a la comunidad a marchar y poner en agenda la cuestión del género, problematizando y sensibilizando a la sociedad respecto de la situación actual que viven y padecen día a día.
Cientos de misioneras salieron a las calles a reclamar la necesidad de políticas específicas y mayores recursos económicos para su abordaje, así como también capacitación a quienes se desempeñan dentro de la cadena de asistencia a las víctimas, una reforma judicial feminista y la participación de la sociedad, ya que la violencia de género y el machismo son cuestiones públicas.
“Venimos a reclamar igualdad, equidad, venimos a denunciar la violencia y el maltrato. No puede ser que todos los días escuchemos un caso nuevo de femicidio y eso no nos movilice. Es una vida que se pierde a causa del machismo, esto no puede seguir pasando”, expresó Camila Villagra, con la voz entrecortada, mientras marchaba rodeada de sus compañeras. “Venimos a hacernos escuchar, a pelear por las que no están y a decirles a las que sufren violencia que no están solas. Juntas somos más fuertes”, agregó.
Según los datos que se desprenden de la organización de Mujeres de la Matria Argentina (Mumalá) en lo que va del año, en Argentina, hubo 47 femicidios, lo que arroja un promedio de un asesinato cada 30 horas, lamentables sucesos que dejaron además a 55 chicos sin madre. Asimismo, se contabilizaron 64 intentos concretos de femicidio.
De ese total, hubo 39 que fueron femicidios directos, tres vinculados de niños varones, otros tres de niños varones por interposición en el hecho violento y dos vinculados de niñas. En tanto, en Misiones, se registró en enero un femicidio vinculado, de un pequeño de meses.
Asimismo, hubo un incremento notorio de los casos y denuncias por violencia de género, sobre todo, durante el tiempo que duró la cuarentena estricta.
Es por eso que las mujeres, organizadas, decidieron reclamar que se declarara la Emergencia contra la violencia de género #Ni UnaMenos en todo el territorio nacional.
“Así como se declaró la emergencia sanitaria por coronavirus también debía haberse declarado la emergencia por violencia de género en todo el país”, destacó la psicóloga Natalia Roldán a El Territorio. “Hay un sector que no renuncia a sus privilegios y esto hace que la asimetría de poder siga. Creo que la brecha cada vez es más grande y cuando hay poder hay abuso también y eso se ve en las calles, todos los días”, agregó haciendo hincapié en los casos de violencia y su consecuencia fatal -el femicidio-, hechos que van en aumento.
Hacerse escuchar
En Posadas, se llevaron a cabo dos manifestaciones multitudinarias, en las que participaron cientos de mujeres.
La primera se realizó desde las 8 y la concentración fue en el Mástil de la ciudad (avenidas Mitre y Uruguay). Recorrieron las calles del centro hacia la plaza 9 de Julio. Allí, con carteles, pancartas, cantos y aplausos reclamaron al grito de “las mujeres somos resistencia” por la reivindicación de sus derechos.
Una movida similar sucedió a la tarde. La concentración fue en el mismo punto estratégico y allí, un grupo aún mayor de mujeres autoconvocadas marcharon por el centro posadeño. Además de la marcha, abrieron un micrófono y compartieron juntas una nueva jornada de lucha.
“Estamos saliendo a las calles para pedir justicia por las que ya no están. Venimos todas juntas y pedimos que más mujeres se sumen a esta lucha, que la sociedad entera se involucre. Si luchamos juntas, somos más fuertes”, acotó Florencia a este medio, mientras repartía entre sus colegas feministas unas vinchas con flores de colores “para que hoy todas nos sintamos iguales y, sobre todo, unidas”, recalcó.
Una victoria a medias
El verde que el año anterior colmó las calles y logró conquistar un nuevo derecho para las mujeres, este año volvió a ser un propósito de lucha, sólo que esta vez cambió de eje: “La legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo -a través de la Ley 27.610 sancionada el 30 de diciembre del 2020- es un logro que permite defender la autonomía de la mujer sobre su cuerpo. Pero tenemos mucho por luchar todavía, porque la ley ha sido sancionada pero ahora viene un gran trabajo para lograr que verdaderamente se cumpla e implemente. El pasado 4 de febrero hemos presentado a nivel nacional, en cada Ministerio de Salud de cada provincia, una propuesta sobre cómo se podría llevar adelante e implementarse esta ley. Todavía no hemos recibido ningún llamado a nuestra solicitud, pero vamos a seguir insistiendo”, detalló Carolina Maidana, de la organización Mumalá.
“Es un logro muy grande que hemos alcanzado, pero no significa que con la aprobación de la ley no haremos el seguimiento para ver cómo se implementa y qué herramientas tiene el Estado para poder cumplimentarla en esta instancia. Esto también es parte de lo que venimos luchando; al igual que con la Ley 26.485 (para prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género), que todavía hay cuestiones que no se cumplen y por eso seguimos reclamando, visibilizando, reclamado”, aseguró más tarde.
En ese contexto, las mujeres destacaron también que dese Mumalá presentaron un proyecto para declarar la Emergencia Nacional Ni una Menos, para el que juntaron 180 mil firmas. Sin embargo, esperan recaudar unas 400 mil. “Lo de hoy (por ayer) es una campaña de sensibilización para que la sociedad tenga conciencia de lo que está pasando y se empiece a sumar, que se involucre y se pueda sancionar la emergencia Ni una Menos”, dijo Natalia Selzer.
n consonancia, otras tantas mujeres reclamaron: “Estamos cansadas de salir todos los días a la calle con miedo, sólo por ser mujeres”, dijo a El Territorio Mayra, una joven que participó de la convocatoria junto a sus amigas. “Vinimos a marchar para que se declare la emergencia porque todos los días nos están matando. Creemos que es importante salir y que nos escuchen, seguimos peleando por nuestros derechos”, agregó la joven.
Por su parte, la abogada Florencia González deslizó: “La verdad es que a las mujeres nunca nos han regalado nada y cada uno de los derechos con los que hoy contamos o gozamos fueron conquistas debido a nuestra lucha. Por eso seguimos y vamos a seguir”.
Una alternativa posible
Una de las respuestas adoptadas ayer, a partir de la lucha que encararon las mujeres fue el “Acuerdo Federal para una Argentina Unida contra la violencia de género”, firmado ayer por el presidente de la República, Alberto Fernández, además de gobernadores, gobernadoras y el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (ver página 8). Todos, se comprometieron a “integrar el Consejo Federal para la prevención y el abordaje de femicidios, travesticidios y transfemicidios; a adherir al Sistema Único de Registro de denuncias por violencia de género (URGE) y al Sistema Integrado de casos de violencia por motivos de género (SICVG), y a jerarquizar y fortalecer las áreas de género provinciales y municipales”.
Las marchas se replicaron en todo el país
Como sucede desde hace cinco años consecutivos, el día arrancó con un “Paro Internacional Feminista Productivo y Reproductivo”, una iniciativa que recorre el mundo. La idea detrás de la huelga feminista fue ausentarse de las tareas cotidianas durante toda la jornada para visibilizar, entre otras cosas, el trabajo no pago que recae mayormente en las mujeres.
Una multitud marchó, en Capital Federal, por Avenida de Mayo y 9 de Julio hacia el Congreso de la Nación con varias consignas como bandera. La principal: “Trabajadoras somos todas. Vivas, libres y desendeudadas nos queremos”. Las movilizaciones se replicaron en el resto del país.
Por el contexto de pandemia y para prevenir los contagios de coronavirus, a diferencia de las movilizaciones anteriores, este año no se montó un escenario. Circuló, en cambio, un pliego de demandas con siete puntos, entre ellos: la reforma judicial feminista, el cese de la justicia patriarcal y la aplicación efectiva de la Ley Micaela.
FUENTE:https://www.elterritorio.com.ar/
Fotos :Gentileza Gabriela Ayala