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jueves, 28 marzo, 2024
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    “Quería sacar el olor a sangre”, el estremecedor testimonio de la empleada de María Marta García Belsunce

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    Ema Ramona Benítez, empleada doméstica de María Marta García Belsunce, y Nora “Pichi” Burgues de Taylor, una de las mejores amigas de la víctima que en la primera investigación del crimen estuvo acusada de encubrimiento, delito del que luego fue sobreseída, declararon este miércoles en el juicio contra Nicolás Pachelo que se lleva a cabo actualmente en San Isidro.

    En una nueva audiencia, la empleada que trabajaba en la casa del matrimonio Carrascosa-García Belsunce relató las tareas de limpieza que hizo en el cuarto y en el baño luego de la muerte de la socióloga.

    “Había terminando de limpiar el baño pero el olor a sangre seguía. Entonces tiré mucha agua, detergente y lavandina y con un cuchillo limpié la zona del desagüe, incluso saqué los tornillos y la rejilla. Yo quería sacar el olor a sangre”, aseguró ante el tribunal.

    La empleada doméstica era una presencia constante en la vida de María Marta, ya que además de limpiar en su casa asistía a los comedores donde la víctima realizaba trabajo solidario.

    La declaración de “Pichi” Taylor
    En su declaración ante los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, Nora “Pichi” Burgues de Taylor aseguró que María Marta le “tenía miedo” a Pachelo y que sabía que él era el autor del secuestro extorsivo de “Tom”, el perro labrador que tenía junto a su esposo Carrascosa.

    “Se comentaba que el perro estuvo unos días en el lavadero de Pachelo pero María Marta no quería decir nada”, aseguró Taylor. “María Marta me dijo: ‘Le tengo miedo a Pachelo'”, añadió la mejor amiga de la víctima, quien contó que después se supo que el perro estuvo “en una guardería” donde “lo había dejado Pachelo” y que luego una familia lo adoptó y “nunca más apareció”.

    Taylor dijo que no conocía personalmente a Pachelo pero sabía que “era una persona bastante cuestionada” y “un chico conflictivo”. “Hubo robos en Carmel, como de una computadora y palos de golf, y la computadora salió en un auto de un jardinero que Pachelo le había dado en forma de pago”, comentó.

    En este tercer juicio por el crimen, los fiscales Patricio Ferrari, Andrés Quintana y Federico González apuntan a demostrar que Pachelo mató de seis balazos en la cabeza a María Marta cuando lo sorprendió robando en su casa con la ayuda de los dos vigiladores, Norberto Glennon (57) y José Ortiz (45), quienes también están imputados en la causa.

    Molina Pico
    Taylor ya había prestado testimonio en 2007 durante el primer juicio que tuvo al viudo Carlos Carrascosa en el banquillo de los acusados y en el de 2011 cuando a los familiares y allegados se los acusó por encubrimiento. “Tuvimos la desgracia de tener un fiscal como Molina Pico. Es un soberbio. A mí me embaucó ese fiscal porque me imputó por cosas que yo no hice”, dijo quien fue una de las primeras acusadas de “encubrimiento” por Diego Molina Pico al inicio de la instrucción, aunque luego terminó sobreseída.

    Molina Pico fue denunciado esta semana de “encubrimiento agravado” por presuntamente favorecer a Pachelo, a partir de una presentación del abogado Gustavo Hechem, que representa como particulares damnificados en este juicio a Carrascosa y a la hermana de María Marta, María Laura García Belsunce.

    “Fue terrible lo que hemos vivido, el daño que nos hizo, sacarme esposada, el pánico de mis hijos que no podían salir, las amenazas. ¿Por qué tuve que vivir todo eso?”, añadió la testigo, quien siempre negó haber dicho la frase “se pagó para hacer lo que el Gordo quería (evitar la autopsia)”, que le atribuía otra amiga de la víctima, Inés Ongay, con quien hace años mantuvo un careo judicial que luego se hizo viral en redes sociales con el documental “Quién mató a María Marta” de Netflix.

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