El pasado jueves, en la previa a la sesión, el diputado y presidente del Frente Renovador, Carlos Rovira, reunió a funcionarios del Ejecutivo, intendentes y legisladores del bloque renovador, en un encuentro en el que además participaron productores y dirigentes del sector yerbatero de Misiones.
Visiblemente ofuscado, dijeron quienes fueron testigos a este Diario, Rovira exigió a ministros y legisladores que elaboren medidas que mejoren los montos por la materia prima, requieran o no de la intervención del Poder Legislativo.
En esa tarea, se encuentran los ministros Adolfo Safrán (Hacienda); Facundo López Sartori (Agro); y los diputados Martín Cesino y Juan José Szychowski, quienes realizaron diferentes análisis de incentivos para que los industriales y secaderos lleguen a pagar valores más altos.
De los $370 que hoy debería costar el kilo de hoja verde, apenas se pagan $170.
Entre las posibles medidas, está la creación de un beneficio impositivo que se aplicaría en impuestos provinciales (IIBB o Inmobiliario) que se descontaría a quien pueda demostrar que se paga el precio adecuado al productor. Se podría tomar el modelo que se aplica a otros productos en el país. Hoy, secaderos y molinos deben abonar 1,5% a la ATM y descontar solo ese porcentaje podría no ser atractivo para los industriales. “De ponerse un incentivo, tendría que ser rentable en un 20% para que los molinos paguen mejor y en menor tiempo”, arriesgó un especialista en el tema consultado por este Diario.
La ventaja que tendría la Provincia, es que el INYM tiene a los productores yerbateros georreferenciados para conseguir monitorear la trazabilidad. Pero puede resultar difícil que el Instituto ceda la base de datos con la posición de que asumió bajo la presidencia de Nelson Dalcolmo que actúa según las instrucciones que dictan los directores por la molinería.
A partir del 1 de octubre y hasta el 30 de noviembre regirá la suspensión de las actividades de cosecha y secanza de hoja verde de yerba mate, tal como lo establece la Resolución 37/ 2007.
Una fuente oficial consultada, aseguró que la interzafra debería extenderse por lo menos hasta marzo de 2025, siempre que exista un criterio común entre los productores y secaderos.
“Si se aplica durante seis meses, los industriales se van a pelear por conseguir hoja verde y no existe capacidad instalada para absorber toda la materia prima que estará disponible para entonces”, indicó la fuente, que fue también consultada sobre cómo se controlará el cese. “Los secaderos en número son controlables sobre su movimiento y contrabando de yerba dificilmente se dé. El problema sería un mercado negro paralelo”, advirtió.
Pero, otra vez, la medida debería adoptarla el INYM que se encuentra inmerso en un letargo en el que no pareciera importar el duro presente que tienen miles de productores yerbateros.
A su vez, habrá que pensar cómo compensar a los tareferos durante más meses de interzafra, ya que la Nación no está dispuesta a poner más dinero en subsidios.