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miércoles, 24 abril, 2024
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    Victoria Tesoriero: “Tenemos el gran desafío de conquistar la política institucional y construir un proyecto político feminista”

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    Victoria Tesoriero forma parte de una generación de militantes feministas que se reconoce hija del 2001. Llegó al feminismo de la mano del trabajo territorial y los Encuentros Nacionales de Mujeres, una experiencia política inédita en el mundo que desde hace 30 años hace escuela para las feministas de la Argentina. Integrante de la Campaña Nacional por el Derecho a un Aborto Legal, Seguro y Gratuito, en diciembre de 2019 asumió como Subsecretaria de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior desde dónde apuesta a consolidar la democracia paritaria y a federalizar las políticas públicas feministas.

    — ¿Cómo fue tu llegada a la política? ¿Y al feminismo?

    Como muchas de mi generación, creo que la crisis del 2001 fue un antes y un después. Yo crecí en el conurbano bonaerense, en Bernal, partido de Quilmes y mi familia —como muchas otras— se vio afectada por esa crisis. En mi barrio aparecieron clubes de trueque, ollas populares, comedores. Sentí que tenía que comprometerme, había tenido el privilegio de ir al colegio e iba a poder ir a la universidad y creo que la militancia es una forma de contribuir a construcciones colectivas que puedan pensar alternativas para salir adelante. Me di cuenta de que la forma para transformar nuestro destino como país era sumarse a militar, y empecé en un comedor cerca de casa. Luego en la facultad. Era una época en la que todavía participar en política se veía mal. Y sobre mi llegada al feminismo, si bien siempre fui consciente que había diferencias y situaciones de discriminación, recuerdo un evento muy puntual: en el marco de un taller de apoyo escolar que dabamos con unes compañeres en Ezpeleta, en el barrio La Esperanza, una de las madres que venía a traer a sus hijes llegó con toda la cara golpeada, estaba embarazada. Esa situación nos impactó mucho. Nosotras ya veníamos pensando en hacer algo con un grupo de compañeras de la facultad y empezamos a organizar los viajes a los Encuentros. Ahí empezó todo lo que vino después.

     Llegaste a la gestión con la fuerza de la marea verde y en un ministerio históricamente muy masculinizado, ¿cómo tomaste tu designación?

    Lo tomé con sorpresa porque no esperaba un cargo tan alto, es un desafío enorme y también una responsabilidad muy grande en un ministerio en el que por primera vez en su historia —que ya lleva 168 años— hay mujeres en lugares muy importantes donde nunca habíamos llegado. Creo que el movimiento enorme que hemos construido nos impulsó a muchas a ocupar estos lugares, al menos a las que veníamos con militancia en organizaciones políticas y creo que también debe ser uno de los objetivos construir un proyecto político feminista, más allá de nuestra agenda específica, tenemos que ir por más porque estoy segura que en cada lugar cada compañera que se suma aporta una mirada distinta que hace la diferencia.

    — ¿Cómo surgió la idea de hacer el Informe sobre Paridad en Argentina desde el Ministerio?

    La Subsecretaría de Asuntos Políticos tiene una agenda vinculada a lo electoral. Sin embargo, la paridad y los derechos políticos de las mujeres y diversidades nunca habían estado pensadas desde el Ministerio del Interior. Un ministerio que es el ministerio político por excelencia no puede dejar de tenernos en cuenta, somos las mujeres las que dinamizamos las organizaciones políticas, los partidos, los movimientos. Por eso nos parecía importante abordar el tema de la paridad, pero desde una perspectiva muy federal y nos embarcamos a relevar cada honorable concejo deliberante de punta a punta. Necesitábamos tener esa información para saber dónde teníamos que poner el foco y los esfuerzos.

     ¿Cuáles fueron los datos más relevantes que surgen del informe? ¿Qué diagnóstico realizan desde el ministerio?

    El informe muestra el impacto de la paridad y evidencia que a nivel nacional en el Poder Legislativo hemos avanzado mucho. A nivel local, también. Donde nos falta es avanzar en el Poder Ejecutivo, especialmente en el nivel local. Las mujeres intendentas representan sólo el 12% y hay sólo dos provincias gobernadas por mujeres: Santa Cruz y Río Negro. Y por supuesto, en el Poder Judicial. Por eso, es importante para nosotras instalar el concepto de democracia paritaria, no es suficiente con las listas legislativas, hay que impulsar la paridad en cada institución, en cada espacio y en cada poder del Estado. La paridad es el mínimo piso que nos corresponde, de ahí para arriba.

    — Algo novedoso del informe es que no sólo se centra en los gobiernos nacional y provinciales, sino que también analiza los gobiernos locales. ¿Qué encontraron en ese nivel?

    En ese nivel en los Honorables Concejos Deliberantes encontramos que el promedio de participación es muy alto, aun en las provincias donde la paridad todavía no se ha implementado. Las concejalas alcanzan un promedio del 40% y este año se estrenan leyes de paridad en varias provincias, así que ese número va a tener un aumento cuando terminen las elecciones. Encontramos un gran déficit en las intendencias, donde sólo tenemos 12% de mujeres, no llegamos ni al promedio regional que es del 15%. Esto a nuestro criterio tiene que ver con las dificultades que enfrentamos las mujeres que son estructurales, con relación a las tareas de cuidado, las situaciones de violencia política, y el hecho de que el Poder Ejecutivo tenga una lógica muy masculina que eyecta a las mujeres antes de llegar.

     Durante 2020 hubo un gran avance de la paridad en las legislaciones provinciales, ¿cómo analizas ese proceso? ¿Cómo ves la situación en las provincias que aún no tienen paridad?

    En los niveles provinciales las leyes de paridad han avanzado especialmente en el año 2020. Sólo quedan tres provincias que no han podido avanzar hacia la paridad, Tierra del Fuego lo está discutiendo ahora. En Corrientes y Tucumán no vemos lamentablemente voluntad política para avanzar y no nos sorprende porque son dos provincias históricamente muy difíciles para las mujeres. En el caso de Tucumán tiene un historial de situaciones bastante terribles para las mujeres y es la única provincia en todo el país que todavía no adhirió a la ley 25.673, de Salud Sexual y Reproductiva que se sancionó en 2002, hace casi 20 años. En el caso de la Corrientes, el gobernador ha nombrado la necesidad de avanzar hacia la paridad en la apertura de sesiones legislativas un año atrás, pero no hemos visto ningún avance todavía lamentablemente y creemos que las dificultades están en el Senado de la provincia. Corrientes también es una provincia donde hay un enclave conservador y antiderechos. Hoy son dos provincias que quedan expuestas cuando en el nivel nacional, en el Estado nacional, encontramos total apoyo a la agenda de las mujeres y diversidades. Destacamos los avances de las provincias de Santa Fe y de Entre Ríos que lograron leyes de democracia paritaria y constituyen el ejemplo de hacia dónde tenemos que ir a nivel nacional.

     Estamos en un año electoral, ¿cuáles son los desafíos para la paridad de cara a las elecciones?

    Hay muchos desafíos y creo que podemos empezar con el encabezado de las listas. En distritos electorales de menor tamaño es fundamental que más mujeres encabecen listas pero a nivel general también. Nuestra sociedad cambió aunque algunos no lo quieran ver y eso se tiene que reflejar en la política. Yo creo que muchas mujeres y diversidades nos sentimos más cómodas en ámbitos sociales o movimientistas que en la superestructura política y eso es un desafío: potenciar los armados, las construcciones de mujeres, las referencias, que haya mujeres en las mesas chicas, en los cierres de listas. Y a mediano plazo el desafío es llegar a los ejecutivos y al poder judicial con mucha más fuerza, hacia una democracia paritaria.

    — A fin del año pasado, con la sanción de la ley IVE, muchos preguntaban ¿y ahora qué? Como funcionaria, pero sobre como militante feminista, ¿cuál es la principal agenda de la política feminista hoy?

    La lucha por la legalización del aborto fue una experiencia increíble que nunca olvidaremos. Nos permitió unirnos, nos permitió consolidar una marea que recorrió el mundo y posicionar a nuestro país a la vanguardia en la región. Fue y es un tema muy fuerte por lo que implica, el control sobre nuestro cuerpo y nuestras decisiones. Ahora bien, yo creo que en general, tenemos el gran desafío de conquistar la política institucional y construir un proyecto político feminista, en todas y cada área. Tenemos que pensar en grande, tenemos grandes cuadros que aportan a un país más justo, ya no estamos para pequeñas reformas, estamos para pensar el país y los grandes temas que nos afectan. En especial, creo que la Reforma Judicial Feminista es un tema urgente y la próxima gran lucha de los feminismos porque somos las principales afectadas por un Poder Judicial obsoleto, poco comprometido, elitista, burocrático. Profundamente machista. Es necesario repensar el acceso a la justicia, la justicia que queremos. Hoy el Poder Judicial tiene la pretensión de gobernar prácticamente, sin haber sido elegidos democráticamente, me parece una locura. No hay transparencia en los concursos, no sabemos quiénes acceden a cargos, hacen falta mujeres, no pagan ganancias, desconocen la legislación, utilizan posturas ideológicas para frenar la implementación de los derechos que ganamos. Me parece que hay mucho por hacer y que tenemos que llegar a consensos amplios sobre qué medidas impulsar para una reforma profunda.

     

    Fuente: https://latfem.org/ Nota : MARÍA PAZ TIBILETTI

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