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viernes, 26 abril, 2024
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    Estatización de la Línea 144: De la lógica de call center a la de atención primaria telefónica

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    Cuando asumió Estela Díaz al frente del Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual  de la provincia de Buenos Aires se encontró con la Línea 144, de atención a víctimas de violencia de género, en condiciones de precarización laboral. Durante la gestión de la exgobernadora María Eugenia Vidal, sus trabajadoras denunciaban las pésimas condiciones en las que tenían que brindar el servicio y cómo las afectaba incluso a ellas psicológicamente. Funcionaban como un call center. La lógica macrista las mantenía como un servicio tercerizado y les imponía condiciones como si estuvieran vendiendo un producto en lugar de atendiendo a mujeres y otras personas afectadas por situaciones de violencia. Por ejemplo, tenían 15 minutos para dejar registro de la llamada que habían atendido y al finalizar ese tiempo, quedaban disponibles nuevamente para recibir otra llamada, independientemente de si habían o no podido finalizar el reporte, por las características del caso atendido o si la situación que habían escuchado era muy extrema. “Esto tiene una enorme complejidad porque las llamadas además de que varían en su duración también lo hacen en sus características y en las situaciones que se presentan. Estamos hablando de una atención que no es para vender un producto sino para atender situaciones de violencia en toda su dimensión y en toda su complejidad. Requiere de un proceso de escucha activa lejos de la idea de una respuesta rígida y mecánica, que era un poco lo que se promovía en la gestión anterior”, me cuenta Leticia Locio, directora provincial de Abordaje Integral de las Violencias por Razones de Género, área de la cual depende la Línea 144.

    Desde este mes, y  luego de casi cinco años, las 80 trabajadoras de la Línea 144 y sus 8 coordinadoras pasaron a pertenecer al Ministerio. Finalmente, el servicio se estatizó. “Es una decisión que demuestra un Estado presente y un empleo de calidad”, destaca Estela Díaz. El pase a planta como empleadas públicas del Ministerio significa una  mejora en las condiciones laborales: como tercerizadas  estaban regidas por el convenio de empleadxs de comercio.

    Además en este proceso de transformación de la línea  que se está llevando adelante desde el Ministerio se sumaron varias líneas de trabajo que repercuten en otras mejoras para las operadoras, como el reconocimiento de que el trabajo con las violencias por razones de género tiene un impacto en términos emocionales en los equipos que las abordan y por tanto es necesario generar estrategias de autocuidado y de cuidado, que incluyen, por un lado, la supervisión interna y externa para mejorar y optimizar la calidad de la atención. Y también la conformación de un equipo de escucha con psicólogas para poder acompañar en particular a las operadoras cuando surge alguna situación más compleja. Pensemos que pueden recepcionar llamadas en las que se solicita una información puntual o en la que alguien está atravesando un episodio agudo de violencia. “Este espacio de escucha tiene que ver con que exista un ámbito de contención para las propias trabajadoras, con la lógica de hay que cuidar a las que cuidan. Esa es la idea”, contó la funcionaria.

    “Pensamos el 144 –al que se puede acceder también por WhatsApp, Telegram y mail– como un servicio de atención primaria telefónica. Entendido como el primero contacto con un servicio público, y teniendo en cuenta que las orientaciones que se brinden van a determinar el recorrido ulterior, la toma de decisiones y el acceso a otros servicios y equipos”, explicó Locio. Todo un cambio de paradigma.

    Fuente pagina 12

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