Los chiitas hazaras, minoritarios en un país mayoritariamente sunita, sufren a menudo atentados perpetrados por islamistas que los consideran herejes.
Los paramilitares cuya tarea es vigilar y controlar la sensible frontera afgano-paquistaní sufrieron ataques desde hace varios años en esta región de Baluchistán, donde militantes separatistas desataron la violencia exigiendo más autonomía.