Los escenarios actuales muestran un agotamiento de los recursos naturales no renovables y la necesidad imperiosa de contar con acciones que ayuden a la conservación y remediación de la salud y el ambiente, así como el desarrollo de productos para satisfacer las necesidades de las personas desde los puntos de vista energético y nutricional, entre muchos otros.
En este sentido, se vuelve urgente una verdadera ¨revolución biotecnológica¨, ya que la Biotecnología representa una alternativa para reemplazar procesos o productos que existen hoy en la industria por otros más amigables con el ambiente. Por lo tanto, la Biotecnología plantea una nueva relación entre ciencia, innovación y producción, y es estratégica por su potencial para mejorar la productividad y generar un salto de competitividad en distintas actividades industriales.
La definición de Biotecnología incluye tanto a la Biotecnología tradicional como a la Biotecnología moderna. Y, ¿en qué se diferencian? La Biotecnología tradicional se puede definir como el empleo de organismos o parte de ellos para la obtención de bienes o servicios útiles para las personas.
En este sentido, la Biotecnología acompaña al ser humano desde hace miles de años. Es así, que podemos mencionar bajo esta definición productos tan presentes en la vida cotidiana como el salame, el vino, la cerveza, la sidra, el pan, el yogurt o el queso. Por su parte, la Biotecnología moderna es la que emplea técnicas de ingeniería genética para modificar y transferir genes de un organismo a otro. Dentro de esta definición podemos destacar la obtención de organismos genéticamente modificados, vacunas, fármacos y enzimas.
La diversidad de áreas en las que se puede aplicar la Biotecnología es tan extensa que se ha optado por agruparlas por colores. Por ejemplo, podemos mencionar a la Biotecnología blanca, que agrupa las aplicaciones industriales;
la Biotecnología gris, que agrupa las aplicaciones a la solución de problemas ambientales; la Biotecnología verde, que reúne a las aplicaciones en la agricultura; la Biotecnología azul, a las aplicaciones en el ámbito de los recursos marinos; la Biotecnología amarilla a las aplicaciones en el sector alimentario y la Biotecnología roja a las aplicaciones en el campo de la medicina, y un gran etcétera de otros colores que se aplican a diferentes ámbitos.
Misiones es una de las provincias más biodiversas de la Argentina por conservar el hábitat de la Selva Paranaense. La capital nacional de la biodiversidad, alberga más del 50% de la biodiversidad existente en el país. Es por ello, que no puede pensarse aislada de las actividades de origen biológico y sus tecnologías asociadas. Si se suma a esto, recursos humanos especializados en el área, hay un enorme potencial para el desarrollo de la Biotecnología.