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miércoles, 1 mayo, 2024
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    ESCENARIO Político “LIDERAR EL CONSENSO CRÍTICO”

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    La próxima semana llegará a la Cámara de Diputados de la Nación la
    “Ley Ómnibus” para ser tratada en medio de un tenso clima de
    negociaciones que dejó al descubierto la inexperiencia de La Libertad
    Avanza. Desde el bloque Innovación Federal se observaron grandes
    muestras de coherencia política, racionalidad y sobre todo de un
    profundo respeto a la voluntad popular expresada en las urnas en las
    pasadas elecciones.

    Por Nicolás Marchiori
    La búsqueda y consolidación de la paz está en la esencia de cualquier pacto social.
    Acotar las divisiones, enmendar errores y reparar daños, desalentar los enfrentamientos,
    sanar rencores y resentimientos, levantar a los caídos e incluir a los marginados, y, en lo
    posible, neutralizar todo motor de violencia, constituye la esencia de un buen gobierno y
    cimenta cualquier programa que aspire a un futuro viable.
    El teórico británico Bernard Crick cita de la Política de Aristóteles la idea de una “una
    buena polis”. Propone una clase de unidad que supone que la sociedad civilizada es
    inherentemente pluralista, que vivir juntos dentro de esa sociedad implica negociación y
    conciliación de intereses “naturalmente diferentes” y que “normalmente es mejor conciliar
    diferentes intereses que coercionarlos y oprimirlos perpetuamente”. La visión de Crick
    busca ampliar los horizontes humanos y multiplicar las posibilidades de tener una vida
    mejor. En efecto, y considerando la idea desarrollada podríamos decir que la clase de
    unidad más prometedora es la que se logra, día a día, por medio del debate, la
    negociación y la concesión entre valores, preferencias y modos de vida y de
    autoidentificación de muchos y diferentes miembros de la polis.

    Por su parte, la filósofa y politóloga belga Chantal Mouffe expresa en su obra Towards a
    Green Democratic Revolution. Left Populism and the Power of Affects que en oposición al
    enfoque que postula que la democracia consiste en afianzar procedimientos para alcanzar
    un consenso inclusivo, la visión agonista concibe la política democrática como la
    consolidación de instituciones que permitan transformar el antagonismo en
    agonismo: es decir, una expresión agonista del disenso. La confrontación agonista
    difiere de la confrontación antagonista, no porque la primera le permita un posible
    consenso, sino porque el oponente no es considerado un enemigo que debe ser
    destruido, sino un adversario cuya existencia se concibe como legítima.
    En virtud de lo expresado por Mouffe, el desafío para la democracia es establecer la
    distinción “nosotros/ellos”-que es constitutiva de la política– de un modo compatible con la
    aceptación del pluralismo. Como lo expresó oportunamente Marcel Mauss, el objetivo
    es “oponerse sin eliminarse entre sí”. Lo que está en juego en la lucha agonista es la
    configuración de las relaciones de poder que estructuran un orden social y el tipo de
    hegemonía que estas construyen.
    En los últimos años, vemos una Argentina atravesada por una polarización y una
    radicalización exacerbadas por vía, sobre todo, de las redes sociales han creado un
    paisaje en el que los enunciados afables y comunes experimentan dificultades para
    hacer pie en el discurso público, incluso si son perfectamente verdaderos. Tal vez
    sea más importante que nunca, hacerlos y repetirlos una y otra vez, no en tweets, donde
    sabemos de antemano que, en el mejor de los casos, no gustarán, y en el peor, recibirán
    un castigo brutal, sino en cada una de nuestras acciones diarias, lejos de la competencia
    por ver quién grita más fuerte en el debate público, y más como un acto de fe. En este
    tiempo de mucho ruido, intolerancia hacia la otredad y altísimo nivel de confrontación,
    Innovación Federal, desde la experiencia reciente, demuestra que existe una esperanza
    en la era de los extremos.

    Coherencia política y respeto a la voluntad popular

    La sociedad misionera dio claros mensajes en las urnas durante el año 2023. En primer
    término, en las elecciones provinciales del mes de mayo, reafirmó con contundencia su
    preferencia por el proyecto político llevado adelante por la Renovación y que
    permite a Misiones transitar un camino de transformación permanente. En las
    elecciones generales de octubre, dio un nítido mensaje al elegir mayoritariamente a los
    diputados y senadores de Innovación Federal como los principales defensores de
    los intereses de los misioneros ante el Congreso de la Nación. Y finalmente, en la
    segunda vuelta presidencial del 19 de noviembre, optó por Javier Milei.
    En Misiones, la Renovación ha mostrado siempre un respeto irrestricto a lo expresado por
    la voluntad popular en cada acto eleccionario. El Ing. Carlos Rovira ha manifestado en
    varias oportunidades que el acto más sagrado que tiene la democracia es el sufragio y es
    allí donde se expresan los designios del soberano. La voz del pueblo es incuestionable.
    Es escenario político nacional actual se encuentra atravesado por un altísimo nivel de
    tensión producto de la pirotecnia verbal disparada tanto desde el Gobierno como desde
    diferentes espacios opositores, primeramente, tras la presentación del DNU y luego con el
    giro de la “Ley Ómnibus” a las comisiones de la Cámara Baja. Se sucedieron semanas
    de debate en donde quedó a la vista un altísimo nivel de improvisación del
    Gobierno Nacional y la falta de expertise para alcanzar consensos que le permitan
    salir de un terreno pantanoso.
    Misiones ha dado cátedra a todo el país de cómo se hace para neutralizar los efectos
    devastadores de la grieta y cómo se puede garantizar la paz social sin caer en peleas
    intestinas que no conducen a ningún lado y sólo producen el estancamiento de una
    sociedad que es arrastrada a lugares oscuros producto del odio y la intolerancia. En una
    excelsa muestra de coherencia política, en el medio del clima hostil generado en los
    debates de comisiones sobre la “Ley Ómnibus”, Innovación Federal ha asumido una
    posición de liderazgo que permitió la construcción de un consenso crítico en torno
    a una norma que no satisface todas las posiciones.
    El primer logro alcanzado por los integrantes de Innovación Federal fue hacerse entender
    en el Congreso un hecho que sobrevinientemente llevó a que desde el Gobierno Nacional
    decidan eliminar el capítulo fiscal y otros artículos de la tan discutida ley que
    perjudicaban enormemente la economía y la actividad productiva de Misiones.

    Cabe destacar que el bloque misionero acompaño el dictamen de comisión, pero en
    disidencia, dejando constancias expresas de su desacuerdo con varios artículos que no
    serían acompañados en la votación en particular, a los fines de que durante el debate en
    el recinto sean revisados y modificados. El gobierno nacional, inicialmente se
    comprometió a modificarlos y posteriormente terminó retirando el capítulo fiscal del
    proyecto.
    El acompañamiento de la ley en general se dio para garantizar que el proyecto llegue al
    recinto y pueda ser debatido por el pleno.
    Pese a los diferentes reparos opuestos, desde el bloque de Innovación Federal se decidió
    acompañar en general porque el espíritu del proyecto busca alcanzar el equilibrio fiscal,
    algo que la provincia alcanzó hace 20 años con el elemento saliente de que en ningún
    momento las correcciones económicas necesarias para lograr dicho fin afectaron ni
    causaron zozobra en los misioneros. Misiones tiene la autoridad para pararse ante el
    resto del país y mostrar cómo se logra el orden económico sin que la gente sea la
    que pague el ajuste.
    Los antecedentes demuestran que la provincia siempre tuvo conductas responsables y
    democráticas tendientes a garantizar la gobernabilidad de los presidentes, sin importar el
    color político, nunca puso palos en la rueda. Esa coherencia política de la que hace
    gala el misionerismo es la que le faltó al radicalismo y al puertismo que siempre se
    mostraron críticos a los supuestos superpoderes en el ámbito provincial pero ahora
    aplaudían y apoyaban que se lo otorgue a la Nación, incluso en detrimento de la
    economía de más de un millón trescientos mil misioneros.

    El equilibrio fiscal misionero
    Superar el endeudamiento criminal en dólares de los años 90, brindar servicios de calidad
    con un sistema de salud de vanguardia, sumado a la posibilidad de mantener el superávit
    fiscal es algo que Misiones está enseñando a la Nación y al resto del país.
    El festival privatizaciones y ajuste de Ramón Puerta sobre el pueblo dejó a la provincia
    sumida en una situación calamitosa. Al año 1999, la deuda de la provincia era de 1500
    millones dólares. A eso se le debe sumar la venta de las joyas de la abuela a precio vil:Papel Misionero, el Banco Provincia y el Instituto del Seguro, entre las más
    emblemáticas.
    El gobierno de la Renovación afrontó un verdadero proceso de reconstrucción de una
    provincia en donde los empleados públicos eran víctimas de la aplicación del famoso
    IETE, un impuesto ilegal que le retenía parte de su salario con la excusa de una
    “emergencia económica transitoria”. El sector productivo estaba destruido y la industria
    atravesaba un proceso de anemia producto de la desregulación económica que
    condenaba su desarrollo.
    La tarea no fue fácil, pero había un objetivo claro: equilibrar las cuentas sin pedir
    plata prestada y sin ajustar a la gente.
    El modelo de gestión de la provincia hizo culto a nivel nacional del equilibrio fiscal, incluso
    con la fuerza de una ley que prohíbe el endeudamiento indiscriminado.
    La provincia hoy exhibe un comportamiento ejemplar, no sobra nada, pero existe un
    Estado presente con políticas activas. Con equilibrio fiscal y una administración
    responsable se financia la salud, la educación, el bienestar social y la seguridad
    social.

     

     

    (*) Abogado. Diplomado en Manejo de Crisis y en Análisis de Procesos Electorales. Especializado enComunicación de Gobierno y Electoral. Becario de la Fundación Konrad Adenauer (Alemania) y delCentro de Análisis y Entrenamiento Político (Colombia).

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