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domingo, 28 abril, 2024
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    Misioneros cruzan la frontera para comprar fiado los alimentos en almacenes de Brasil

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    Ante una nueva crisis económica en el país, el ingenio y la capacidad de sobrevivir a circunstancias adversas vuelve a ponerse a prueba. Esta vez en tiempo de tecnología y posnet que está pensado para facilitar las compras con tarjetas de créditos o débitos, reaparece la tradicional libreta de fiado.

    Es lo que utilizan muchos habitantes de Bernardo de Irigoyen, con la particularidad de que no compran en los tradicionales almacenes de barrios, sino que cruzan la frontera para aprovistarse fiado en los supermercados ubicados en Brasil. Es una muestra más de la particular convivencia entre vecinos de Argentina y Brasil, que, en esa parte de Misiones, a unos 330 kilómetros de Posadas, están separados solamente por una calle ancha. Aunque existe un puesto de Migraciones y Aduanas, muchos pobladores de Irigoyen cruzan caminando a Dionisio Cerqueira (Estado de Santa Catarina) o hasta Barracao (Estado de Paraná).

    En medio de esa unión física y de convivencia diaria, empujados por la crisis en la Argentina y encontrando mejores precios del otro lado de la frontera, crece la cantidad de argentinos que cruzan para comprar mercaderías y otros artículos.

    Algunos colonos que habitualmente hacen compras en supermercados de Brasil logran comprar fiado utilizando la tradicional libreta para anotar las compras. Es decir, más que nada de palabra entre comerciantes de Brasil y clientes de argentina, con la anotación en el cuaderno se sella lo que será el pago futuro de lo adeudado. “El colono de la zona tiene la costumbre de ir a comprar en Brasil, a veces aún teniendo el mismo precio de la mercadería. Primero, porque -en Brasil- dan otros tipos de facilidades como el pago a cuenta corriente, a pagar sin interés”, resumió Walter Feldman, presidente de la cámara de comercio de Bernardo de Irigoyen.

    Explicó que el poblador de Irigoyen con el comerciante de Brasil, “logra que se anote en el cuadernito del local, como en los viejos tiempos y el colono -que en ese momento no tiene dinero- va y retira la mercadería en Brasil y lo va pagando como quiere”.

    feldman de esta manera añadió que en Brasil “todavía se usa mucho” el cuadernito como tradicionalmente sucede aún en algunos almacenes locales. “Principalmente son los locales más pequeños que brindan cuenta corriente -con la libreta- y les dan con simplemente mostrar el DNI, van y retiran la mercadería y va a pagar cuando puede”.

    Ante una situación económica más estable en Brasil, desde allí hacen grandes promociones y ofertas, aprovechando la costumbre que tiene el irigoyense de hacer compras del otro lado de la frontera y hace imposible al comerciante argentino, competir en tal situación.

    Qué paso

    Pero hasta diciembre la realidad era otra. Irigoyen llegó a recibir gran avalancha de compradores de Brasil. En ese momento, el real promediaba en 250 pesos y ahora bajó a 200 pesos. “Al bajar el real y subir el producto argentino, hay un margen muy pequeño para que crucen a la argentina a hacer compras”. Indicó que las diferencias favorables hacia la argentina de algunos productos son mínimas de apenas 70 u 80 centavos de diferencias. Esto sucede con los combustibles y otros productos. Entre los productos que Felman, además propietario de estación de servicio, sostuvo que aún les conviene al brasileño venir a comprar en la argentina, se encuentra el vino, por calidad y precio. “Esto redujo las compras en las estaciones de servicios y en los supermercados que eran los atractivos más grandes que teníamos entre octubre a diciembre”. Recordó que eran momentos en que el real oscilaba en los 250 pesos. Actualmente indicó con los precios que tiene Brasil “en la canasta básica no hay cómo competir” y “con un real a 200 pesos está más barato que la Argentina”.

    Como viene informando El Territorio, en el caso puntual de Bernardo de Irigoyen, en el extremo más oriental del país, en los últimos años y sobre todo después de la pandemia del coronavirus, el sector comercial tuvo un crecimiento importante debido a la desvalorización del peso ante el real. En consecuencia, los brasileños en gran medida elegían hacer sus compras en los comercios argentinos y en la mayoría de los rubros, lo que hizo que la actividad creciera, se abrieran nuevos comercios y otros se reinventaran o ampliarán sus locales.

    Pero la creciente inflación y, sobre todo, después del cambio de gobierno, las variantes cambiarias y nuevos aumentos de precios en todos los productos, hicieron que el cliente brasileño compre menos y se especule mucho más.

    La aduana, un freno

    El otro factor que indicó Feldman no ayuda de este lado de la frontera es la falta de agilización de la Aduana. Si bien reconoce que tiene personal como también Migraciones, “pero tenemos una aduana antigua que solamente permite ingresar y salir dos vehículos”. Es otro factor que desalienta a que brasileros crucen al menos algunos minutos para recorrer locales y hacer compras del lado argentino. Afirmó que muchos prefieren cruzar caminando, pero en ese caso solo recorren los locales más cercanos. Lo hacen para evitar hacer largas filas para ingresar o salir del país.

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