Para sorpresas de propios y extraños, de repente ingresaron al campo autoridades sanitarias para evitar que el partido se siga desarrollando. Los equipos hasta ese momento no habían llegado a los arcos.
En una situación insólita, el seleccionado argentino se retiró al vestuario luego de la rídicula intervención del personal de salud en el campo de juego. En el camino a los camarines, se escuchó claramente la indignación de los muchachos al grito de “cagones”.
Ante esta situación, la AFA tomó la postura de no disputar el partido. La consigna, desde siempre fue “jugamos todo o nada”.
Con una pechera de fotógrafo, el capitán argentino Leo Messi y el entrenador albiceleste Lionel Scaloni explicaron que hace 4 días que los jugadores están en sueño brasileño.
A todo esto Conmebol confirmó que el partido está suspendido