Fabricar barcos es un proceso productivo altamente masculinizado, donde las trabajadoras suelen estar en áreas fabriles de administración, limpieza o cocina, por eso aún, en pleno siglo XXI, se destacan las soldadoras, electricistas y operadoras de grúas de astilleros en Argentina que están cambiando las prácticas laborales en todos los equipos al hacerlas igualitarias e inclusivas.
En Argentina hay 135 astilleros habilitados, según la página oficial del Gobierno Nacional y Prefectura Naval.
Cuando se indaga en la cantidad de mujeres que trabajan allí, el dato no se consigue en ámbitos oficiales, sindicales o privados. Todo un dato.
Este jueves, el Astillero Río Santiago (ARS), que depende del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la provincia de Buenos Aires, presentó sus políticas de género.
Capacitación en Ley Micaela -es decir, en perspectiva de género- a partir de un manual elaborado por el personal de la fábrica naval, y un protocolo de prevención y actuación ante situaciones de violencia machista, fueron parte de los anuncios, además de un equipo interdisciplinario que atenderá estos hechos.