Pedro Sabo, el padre del kiosquero asesinado, dijo este martes por la tarde en la puerta de la cochería que a su hijo “la gente en este momento lo está recordando con cariño, siempre lo tienen presente”. “Dicen que van a poner un santuario frente al quiosco y no estaría mal porque hace cuarenta años que estamos en la cuadra”, expresó el hombre, quien estaba acompañado de los hijos de Roberto, Tomás y Nicolás, quien pidió ante la prensa “no politizar” el caso.
El cuerpo de Sabo fue entregado hoy a la familia luego de haberle sido sometido a la operación de autopsia correspondiente, la cual indicó que la víctima recibió cuatro disparos disparados con un arma calibre .22 en la zona del tórax, lo que le produjo la muerte casi en el momento.