“Se cerró el barrio completo para registrar las viviendas aledañas y el perímetro, incluyendo la zona de las vías del tren, donde una vecina vio que se dirigía la pequeña”, explicó a medios locales el comisario mayor Manuel Castaño, jefe de la Unidad Regional Oeste (URO).
Algunos medios aseguraron que uno de los familiares de la niña se habría quebrado ante los investigadores y habría señalado donde estaba enterrado el cuerpo de la menor, en un descampado aledaño al asentamiento.
El fiscal a cargo de la investigación ordenó el interrogatorio de la madrina de la menor (quien hizo la denuncia en primer lugar) y los otros dos familiares. Además, la policía realizó peritajes en un pozo a partir de la hipótesis de que intentaron incinerar el cuerpo de la nena y al no lograrlo finalmente la enterraron.
Rocío fue vista por última vez el pasado jueves cerca del mediodía saliendo de su casa en el barrio Chabela de la ciudad de Lules, según denunció su madrina, María Carolina Graneros.
Graneros, quien estaba a cargo de la menor, dijo que al momento de la desaparición ella no se encontraba en el lugar, y que su hija de 18 años había quedado a cargo de la niña y de su hijo de dos meses.