Multitudinario y bajo una pertinaz llovizna se desarrolló el desfile de despedida del merenguero dominicano Johnny Ventura, muerto el miércoles 28 a los 81 años, un verdadero héroe nacional famoso en su país, el Caribe y otros países latinoamericanos, cuyos restos mortales ya descansan en el Cementerio Cristo Redentor de la capital, Santo Domingo.
Según la prensa de su país, desde tempranas horas de la mañana del sábado decenas de personas se apostaban en las calles, en las afueras del Palacio de los Deportes para dar el último adiós al “Caballo Mayor” –tal era su apodo- en un homenaje póstumo previo a su sepultura.
Con ojos llorosos y evidente congoja, ciudadanos de todas las edades se apoyaban en pancartas, carteles hechos a mano e, incluso, con el mensaje “Johnny Ventura VIVE” tatuado en el cuerpo, esperando poder ingresar al recinto, que abrió sus puertas a las 10 de la mañana.
Asistieron el presidente de la República, Luis Abinader, y su esposa, Raquel Arbaje.