En el Banco Central, además, miran de cerca las expectativas de devaluación. En las últimas semanas, debido a la ralentización del crawling peg, las tasas implícitas de los futuros de Rofex registraron una caída del 7% en promedio. Según estimaciones de la consultora Cohen, las tasas implícitas “pasaron de un rango de 59%-67% en el último viernes de abril a otro de 54%-62% la semana pasada”. Cuando esto sucede, explican fuentes oficiales, la tasa de los futuros termina siendo una referencia para la tasa de pesos. Con lo cual, en la ecuación, esta baja de las tasas implícitas de los futuros también aporta a orientar la señal en torno del 60% en la tasa efectiva de pesos.Esta semana, el ministro de Economía Martín Guzmán hizo alusión a las tasas de interés. El funcionario aseguró que buscan un “fortalecimiento de la demanda por los activos en nuestra propia moneda”. “Es importante que se vaya reduciendo la financiación del Banco Central al Tesoro convergiendo a cero de una forma que sea factible”, aseguró Guzmán en el evento organizado por la AmCham. Tal como publicó Ámbito hace unas semanas, en el Banco Central apuntan una pequeña adenda al ministro: es importante que no sea solo la autoridad monetaria quien garantice los rendimientos positivos sino también el Tesoro a través de las licitaciones de deuda pública.
La de hoy sería la quinta suba del año. Las anteriores modificaciones habían sido el 13 de abril (cuando retocó 250 puntos básicos al pasar la TNA de la Leliq de 44,5% a 47%), el 22 de marzo (subió 200 puntos básicos desde 42,5% a 44,5%), el 17 de febrero (cuando saltó 250 puntos básicos hasta el 42,5%) y el 6 de enero, cuando subió el primer escalón de 200 puntos básicos del año (al pasar del 38% al 40%). En lo que va de 2022, el BCRA ajustó el rendimiento de los instrumentos de política monetaria en 9 puntos porcentuales. De hacer este nuevo ajuste, superará los 10 puntos en 5 meses.