En el caso de los hombres con VIH mayores de 65 años, la diabetes y la hipertensión se asociaron con un mayor riesgo de Covid-19 más grave y mortal; se sabe que estas condiciones aumentan el riesgo de que las personas padezcan enfermedades graves y la muerte.
Esto destaca la necesidad de que quienes viven con VIH se mantengan lo más saludables posible, accedan y tomen regularmente su terapia antirretroviral (TAR), prevengan y controlen las afecciones subyacentes y tengan prioridad para la vacunación, advirtió la entidad multilateral.
Una encuesta informal de la OMS reveló que de 100 países con información, 40 priorizaron a las personas que viven con el VIH para la vacunación Covid-19.
El análisis se basa en datos de la Plataforma Clínica Global de la OMS para Covid-19, que recopila datos clínicos a nivel individual y caracteriza el contagio entre las personas hospitalizadas con infección por SARS-CoV-2 sospechada o confirmada en todo el mundo.
A finales de esta semana, la OMS también publicará directrices actualizadas sobre prevención, pruebas, tratamiento, prestación de servicios y seguimiento del VIH.
Estas pautas proporcionan más de 200 recomendaciones basadas en evidencia y declaraciones de buenas prácticas para una respuesta de salud pública a la prevención, las pruebas y el tratamiento de personas que viven con VIH.
Estas recomendaciones ayudan a garantizar que las personas con VIH puedan comenzar y continuar el tratamiento durante momentos de interrupción del servicio como consecuencia de la pandemia que azota al mundo.
“El informe, publicado hoy, tendrá importantes implicaciones políticas ya que proporcionará datos para confirmar que el VIH es un riesgo de resultados deficientes de Covid-19, y aumenta la urgencia de ver a todas las personas que viven con el VIH en tratamiento y con acceso a las vacunas Covid-19”, señaló Meg Doherty, directora de los programas mundiales de VIH, hepatitis e ITS de la OMS.
El VIH sigue siendo un importante problema de salud pública mundial, y hasta ahora provocó la muerte de 34,7 millones de personas. Para alcanzar las nuevas metas globales propuestas 95-95-95 establecidas por ONUSIDA, los países deben redoblar sus esfuerzos para evitar el aumento de las infecciones por el VIH debido a las interrupciones del servicio del VIH durante la Covid-19, lo que ralentiza la respuesta de salud pública al VIH.