Una estrategia de gestión integrada para la prevención y el control del dengue debe ser lo más parecido a un círculo virtuoso y perfecto. En donde cada eslabón importa. La velocidad de la enfermedad ha cambiado. El mosquito Aedes aegypti, vector de la infección viral de dengue, es el propalador de enfermedades más prolífico del mundo. Por múltiples factores, entre ellos el calentamiento global, la urbanización desordenada, y los fenómenos climáticos extremos cada vez más frecuentes, el dengue expandió sus fronteras y ya no circula solo en las denominadas zonas endémicas -que en el caso de la Argentina estaban circunscriptas a las regiones del NEA Y NOA- sino que avanzó hacia distintas regiones. El mosquito Aedes de alguna manera abandonó sus hábitos silvestres de antaño y se instaló en los centros urbanos.