La participación de las mujeres en sectores clave de la economía aún es reducida, como pasa en diversos rubros: la construcción, el transporte y la forestoindustria, por citar algunos ejemplos. No sólo en términos numéricos sino también en los espacios de conducción, de toma de decisiones. Mayoritariamente deben sortear diversos obstáculos en el medio.
Desde 2013, Rosalía Dutra (43) apuesta a romper ese techo de cristal. Desde ese año está al frente de la firma maderera que lleva su apellido y que está asentada en Posadas. La reconocida fisicoculturista de Misiones, oriunda del paraje Torta Quemada, en el municipio de 25 de Mayo, “se puso al hombro” -como define- la empresa de la familia y que actualmente conduce ella. Esto en un rubro en el que priman los hombres.
“Siempre me gustó la atención al público. Cuando quedé a cargo, me quedé con toda la responsabilidad que implica una empresa, que una mujer puede estar en un rubro en el que la conducción está siempre en los hombres”, señaló Rosalía. En esta línea, destacó que gracias a las normativas que apuestan a las igualdades en términos políticos, económicos y sociales, “hoy las mujeres nos enfocamos en nuestras empresas, en nuestras pymes”.
Considera que desde su lugar apunta a eliminar esas barreras socialmente impuestas, para erradicar de una vez por todas las desigualdades de género que aún priman a esta altura del siglo. “No fue ni es fácil, pero se puede”, afirmó. Es que aún queda mucho por trabajar en este sentido.
Rosalía sostuvo que estar al frente de la empresa significa una tarea de liderazgo, de orientar a todos los trabajadores hacia un objetivo en común. “Es poner el hombro, la empresa, la actividad para salir adelante”, recalcó.
En diálogo con El Territorio comentó cómo surgió la empresa, que ya lleva ocho años operando en la provincia. “Toda mi familia se abocaba a la actividad tabacalera, pero un día mi hermano dijo basta y decidió dedicarse a otro rubro, al maderero. En ese momento, estaba en Estados Unidos y me dijo que necesitaba que toda la familia -son nueve hermanos- esté presente. En la división de tareas, se acordó que esté al frente de la empresa”, indicó quien en 2006 se consagró como campeona mundial de fitness.
Asumir el desafío
Muchos colonos apuestan a la reconversión y diversificación de los rubros y de los cultivos. Fue el caso de la familia de Rosalía, que dejó el cultivo de tabaco para abocarse de lleno a la forestoindustria, particularmente con el empleo de pino y eucalipto.
“Mi hermano, que es como mi papá, me llamó y me pidió ayuda. En ese momento, por amor a la familia, dejé los Estados Unidos y volví a la provincia para asumir al frente de la empresa”, mencionó. Esto ocurrió en 2013, luego de tres años en los que vivió en otros puntos del exterior por su actividad deportiva.
Desde ese entonces, tanto Rosalía como toda la familia, se abocaron a un rubro que representa una de las principales actividades económicas de la provincia. “Es una empresa familiar. Está todo hecho a pulmón. Como siempre digo, llegar a la cima es fácil, pero mantenerse allí cuesta, pero se puede. Lo mismo ocurre con el rol de la mujer en diversos sectores, se puede, no es imposible”, añadió.
El apego familiar y asumir el desafío de estar al frente de la empresa Dutra Maderas la llevaron a consolidarse en un segmento que representa uno de los principales económicos de la tierra colorada. Un desafío fundamental para romper ese histórico techo de desigualdades de género.
Estado de situación del sector
En los últimos años, la demanda de madera se fue intensificando, más aún durante el 2020 en un tiempo signado por la pandemia, que disparó los pedidos para arreglos hogareños para el mercado interno, el mismo panorama en el caso del mercado internacional.
Rosalía contó que el año pasado fue un año bisagra para la actividad, por efecto de la pandemia del coronavirus. Producto del cierre de fronteras y la imposibilidad de realizar viajes, la demanda se concentró en determinados rubros, como la construcción y la madera.
“Hubo muchísimos pedidos. La pandemia focalizó la atención en la casa y eso disparó la demanda de madera. En nuestro caso, las ventas fueron en ascenso. Eso llevó a que la provincia se mantenga estable en medio de un contexto distinto para el mundo. Se vivió una situación que no esperábamos”, enfatizó.
Empero, alertó por faltantes en diversos productos e insumos claves para la producción, panorama que se vivió a lo largo de la pandemia. “Hoy hay muchos elementos que cuestan conseguir porque son importadas. Por ejemplo, en la madera se utilizan venenos que son caros e importados y que actualmente no se consiguen. Asimismo, la actividad también está complicada por las últimas subas en los combustibles, que se requieren para el trabajo. Ese combo genera en el empresariado una dificultad para mantener el precio, en medio de un contexto de muchos pedidos, aunque no tantos como teníamos el año pasado, pero se entiende por el regreso a las clases”, subrayó.
Asimismo, precisó que por las dudas es difícil la renovación de maquinarias para el trabajo cotidiano. “Los precios están muy altos y repercuten en la actividad que, en muchos casos, aquejan al empresario”, dijo Rosalía.
Y en esta línea, agregó: “Tenemos la esperanza de mantener un régimen específico que beneficie a la actividad, pero si todo sube, es complicado”.
Además de los problemas que trajo consigo la pandemia, también alertó que cada vez hay menos personas que se dedican a la forestación.
“Un problema que se evidencia en el sector es que se corta mucho pero no se reproduce. Hay que fomentar la reproducción de la madera para una actividad primordial en Misiones. Pero aún hay poca gente que se dedica a forestar”, señaló la empresaria, quien insistió en más medidas de alivio y fomento para la actividad madera en la tierra colorada.
Fuente: el territorio