Ocurrió en la localidad tucumana de Amaicha del Valle. Sus compañeros del equipo San Ramón de Los Zazos- de la Liga Santamariana-, donde el joven jugaba como arquero, decidieron tener un último encuentro en la cancha y despedirlo como a él le hubiera gustado.
Así fue que junto a familiares e hinchas, con bombos y platillos, acompañaron los restos del joven hasta el lugar, colocaron el cajón en la línea del arco y le patearon los últimos penales.