El suizo Roger Federer sacó pasaje a la tercera ronda del Abierto de Francia tras derrotar en cuatro set al croata Marin Cilic en un partido en el que por un momento se lo notó contrariado por una advertencia del juez de silla.
Una situación poco habitual para el tenista helvético que finalmente se impuso por 6-2. 2-6, 7-6 (7/4) y 6-2 al cabo de dos horas y 35 minutos y enfrentará en la próxima rueda al alemán Dominik Koepfer.
El momento de tensión para el ganador de Roland Garros en 2009 (único de sus 20 títulos de Grand Slam conquistado aquí) llegó cuando mandaba por 3-1 en el segundo set y recibió una advertencia.
Su “pecado” fue superar los límites de tiempo al acercarse el voluntario que le extendía una toalla cuando su rival se disponía a sacar. Federer, contrariado, se acercó al juez de línea después de ser advertido.
La discusión se extendió por dos minutos y medio y hasta Cilic se sumó mientras el público rápidamente tomaba parte en favor de Federer, a quien apoyó con aplausos en un gesto poco habitual en él.
