¿Bolsonaro líder de una liga internacional de ultraderecha?. Formular esta pregunta tiene sentido luego de que el presidente brasileño recibiera en su oficina del Palacio del Planalto a una de las referentes del movimiento neonazi alemán, Beatrix von Storch.
Ella es parte de una dinastía cuya figura más prominente fue su abuelo, Lutz Graf Schwerin von Krosigk, ministro de finanzas de Adolf Hitler durante más de una década y efímero canciller alemán luego del suicido del Fuhrer.
Antes de ir al palacio presidencial en Brasilia, la diputada del partido Alternativa para Alemania se había reunido en San Pablo con el diputado Eduardo Bolsonaro, una suerte encargado de asuntos internacionales de oficio, del jefe de Estado.
Beatrix aseguró estar profundamente “impresionada” con el capitán-presidente, alguien que tiene “compresión de los problemas de Europa y de los desafíos políticos de nuestro tiempo” como son el combate contra la izquierda agazapada detrás de las revindicaciones del movimiento LGBT, los Antifa y de quienes repudian la xenofobia.
Las conversaciones y los motivos del viaje de la vicepresidenta de Alternativa para Alemania no fueron meramente protocolares explicó este martes el diputado Paulo Gil Diniz, que trabajó como facilitador de su agenda en Brasilia y San Pablo.
La dirigente neonazi llegó a Brasilia acompañada por su marido, Sven von Storch, que aparece en una foto de ambos con un sonriente Bolsonaro. La cita sucedió la semana pasada pero sólo fue reportada este lunes.
“Los europeos, los españoles, los alemanes e incluso en Hungría e Inglaterra ven al presidente Bolsonaro como el principal líder conservador que está ejerciendo un mandato presidencial” en la actualidad, declaró el diputado Diniz.
Beatrix von Storch y su marido “nos procuraron para poder conocer nuestra realidad , para ver como el presidente se está consolidando en el poder y como está de organizada la derecha” en Brasil.
Esta aproximación con los alemanes nos permitió “intercambiar informaciones para organizar este movimiento (ultraderecha) en América Latina y a nivel global”, amplió Diniz, un bolsonarista intenso.
El matrimonio permanecerá en Brasil por lo menos hasta este miércoles cuando está prevista una visita a la Asamblea Legislativa de San Pablo, el estado más populoso y rico del país.
Cuando tildan de “nazi” a Beatrix, el diputado bolsonarista se incomoda y sale en su defensa con un argumento naif.
“Ella no puede ser condenada por las actitudes de sus antepasados, eso es prejuicioso con ella tanto por ser mujer como por ser alemana”.
Repudio
Varias entidades de la comunidad judía, parte de las cuales tienen una buena relación con Bolsonaro, repudiaron la reunión.
Judíos por la Democracia, una agrupación opositora a Bolsonaro, sostuvo que “el presidente y su hijo se reunieron con una diputada de un partido xenófobo y nazi. Esto es algo que nos asusta no sólo como judíos, sino como brasileños”.
No se informó si luego de su periplo brasileño los representantes de Alternativa por Alemania irán a Chile donde el señor Sven von Storch tiene contactos con sectores de la derecha, un espacio donde Bolsonaro contribuyó en las buenas relaciones. En marzo de 2019, durante su primera gira latinoamericana, el mandatario desembarcó en Chile, luego de haber exaltado la memoria de Augusto Pinochet de quien es un declarado admirador.
Chile, o mejor dicho la ultraderecha de ese país, es uno de los aliados en los que el presidente apuesta desde hace años para construir una coalición de fuerzas de alcance internacional, tarea que fue confiada al diputado Eduardo Bolsonaro.
En una de su recorridas por la región Bolsonaro hijo recaló en Santiago para encontrarse con el dirigente neopinochetista José Antonio Katz Ritz. Este excandidato presidencial chileno es hijo de inmigrantes alemanes.
Sin Trump
La derrota de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de noviembre del año pasado causó un impacto considerable en la política externa brasileña dado que Bolsonaro había establecido una relación preferencial con el líder republicano e hizo campaña para su fallida reelección.
Con el triunfo del demócrata Joe Biden, las relaciones entre Washington y Brasilia pasaron de una proximidad intensa a ser francamente distantes.
El Brasil de Bolsonaro “es un país aislado internacionalmente”, afirmó con bastante razón el Instituto Brasileño Israelí al criticar la visita de Beatrix von Storch .
El fin del gobierno de Trump, además de dejar a Bolsonaro sin socios de peso en las relaciones interestatales, también acarreó la devaluación del “Movimiento”, una alianza de fuerzas de extrema derecha pergeñada por su exasesor y publicista Steve Bannon.
El ex consejero de Trump había escogido a Eduardo Bolsonaro como el responsable de esa corriente en América Latina.
Durante casi dos años, de 2019 a fines de 2020, el joven diputado fue al mismo tiempo un apadrinado de Bannon y representante de su padre en las conversaciones con autoridades y dirigentes políticos de la región, Estados Unidos y Europa.
En Washington estableció una comunicación frecuente con la familia Trump, especialmente su hija Ivanka y su esposo, Jared Kushner, además de vincularse a grupos supremasistas blancos, líderes evangélicos derechistas y sectores fuertemente contrarios al papa Francisco.
En ese contexto, con un Bannon en la cima, el hijo presidencial participó en seminarios organizados para atacar a Jorge Mario Bergoglio y al Sínodo de la Amazonia de 2019, así como cuestionar las demandas de los pueblos originarios defendidas en ese cónclave vaticano.
Esto mientras en la Asamblea de la ONU, en Nueva York, el presidente Bolsonaro hostilizaba a los defensores del medio ambiente y criticaba por ese mismo motivo a la canciller alemana Angela Merkel,
Ahora los Bolsonaro parecen entusiasmarse con su aproximación a la Alternativa para Alemania para recuperar su presencia en el seno de la derecha global.
“Excelente reunión con la diputada federal alemana Bearix Von Storch. Estamos unidos por ideales de defensa de la familia, protección de fronteras y cultura nacional”, tuiteó, optimista, Bolsonaro hijo.
