Todo comenzó cuando la familia, alertada porque ninguno de los dos atendía el teléfono, se presentó en el lugar con la policía. Al llegar a la puerta de una de las habitación había un cartel con la advertencia: “No entrar, llamar al 911, leéme”, acompañado por un carta.
La mujer relató que el joven estaba al cuidado de la anciana y era quien los informaba sobre el estado de salud de la misma. Desde hace meses les pedía que por la pandemia no vayan a visitarla por temor al contagio, pero desde el domingo 29 de agosto habían perdido todo contacto con él.
El joven dejó una carta para su familia en la que cuenta que su abuela falleció en el mes de marzo, pero por miedo la acostó en la cama y no avisó a nadie. Él había viajado a Chascomús y regresó por falta de dinero, era quien percibía la pensión de la jubilada.
Agustín aclaró que la suciedad y el descuido del hogar fueron luego de que la anciana falleció, pero aseguró que mientras vivió siempre estuvo todo en orden. Además pidió disculpas a la familia con la esperanza de que puedan perdonarlo por lo acontecido.
La muerte es investigada por la UFI Nº 05 de San Martín.