Con la premisa de achicar el Estado, el Gobierno está mandando telegramas de despidos a diestra y siniestra a empleados estatales, concentrando un puñado de trabajadores en organismos públicos de relevancia a nivel nacional. Los demás, en su mayoría, dejarán de existir en breve.
A esta ola de despidos, se suman 290 trabajadores del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), de 28 delegaciones provinciales, que están siendo cesanteados por el Gobierno de Javier Milei.
La Resolución 7/2024 anuncia el cierre de las sedes del Enacom y un período de transición de 60 días a fin de “atender y reasignar las tareas de control ejecutadas por las citadas delegaciones provinciales”, dice el texto publicado en el Boletín Oficial este miércoles.
En algunas delegaciones, efectivos de la Policía Federal no dejaron ingresar a los trabajadores a las oficinas, y en muchas de ellas, siguen trabajando debido a la falta de cartas de documento, donde efectivice el despido. Tal es el caso de Misiones, donde cuenta con ocho empleados.
Luis Aguilar, hasta hace un mes atrás era el delegado de ENACOM en la tierra colorada, pero le llegó una carta de documento donde anunciaba su despido. A pesar de sentirse afectado por la decisión de Nación, se mostró preocupado por sus compañeros y el servicio que dejarán de prestar.
En comunicación explicó que “a algunos compañeros ya le mandaron carta documento como el caso de Córdoba. En Misiones aparentemente no, no habrá llegado todavía. Pasé por la oficina y estaban trabajando”, aseguró.
“Todas las oficinas del país estaban custodiadas por la Policía Federal así que hay que ver qué pasa”, sumó.
En la delegación misionera, según la resolución, deberán quedar dos trabajadores que deberán garantizar “la realización de las tareas de cierre” y elaborar “un inventario patrimonial actualizado de todos los bienes asignados y radicados” en dicha delegación.
Por el momento, “siguen trabajando en la oficina, porque son empleados de 10-15 años de antigüedad”. En este tramo, añadió que “éramos 10, en el 2021 se jubiló uno y quedamos nueve: 8 compañeros más el delegado (ya despedido)”.
Perjudicados
Con el inminente cierre, además de los despidos de trabajadores, la población misionera se quedará sin un lugar físico donde reclamar, hacer trámites, etc. “La gente quiere el cara a cara con el personal, no estar llamando a un número y que le pasen a apretar el 1, después el 2. Quiere que se le atienda el problema que tiene”, apuntó Aguilar.
Los más perjudicados serán los jubilados, que “iban a la oficina porque no sabían de la tecnología de trámite a distancia, entonces se atendía mucho”.
También los trámites de radios, donde enseñaban cómo hacer la carpeta de los concursos de frecuencias de radio. Además, “el tema del Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (FOMECA) y las carpetas de ANR (Aportes No Reembolsables) para los barrios populares, donde se podían conectar a través de ese programa a Internet
“No cabe en mi cabeza que se corte todo ese beneficio que se tenía del Estado hacia la hacia los barrios, hacia la gente”, lamentó.
