Su último partido oficial había sido el 10 de abril, pero en el arco de la Cuarta División de River (3-0 ante Rosario Central). Nunca había tenido la oportunidad de atajar en Reserva, antesala de la élite en la que había estado 17 veces en el banco. Y, a los 21 años, el 30 de junio aparecía como fecha límite para firmar su primer contrato o tener que buscarse el futuro con otra camiseta.
Seguramente, cuando el viernes se sentó en el banco del duelo preliminar ante Independiente, Alan Leonardo Díaz jamás imaginó que el destino le tenía preparado una película vertiginosa, con un rol impensado y estelar ni más ni menos que en el Superclásico ante Boca, por los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional. Porque si bien el Millonario perdió por penales, Leo, tal como le gusta que le digan, ganó. Y por goleada. Le llovió la chance porque el brote de COVID-19 en el plantel de la Banda arrastró a los cuatro porteros (Franco Armani, Enrique Bologna, Germán Lux y Franco Petroli) y fue la figura sin discusión, durante los 90 minutos. En los penales, hasta se dio el gusto de contenerle un penal a Cardona. Y terminó cobijado por Gallardo, bañado en elogios por los rivales y hasta por uno de sus ídolos: Ubaldo Matildo Fillol.
Con la número 32 en su espalda, el oriundo de Lanús categoría 2000 (nació el 27 de enero) tuvo su debut soñado en la máxima categoría del fútbol argentino. Si bien en la primera jugada clara de peligro Carlos Tevéz abrió el marcador a los 10 minutos (hubo una falta previa del Apache a Jonatan Maidana que el arbitró y el asistente no cobraron, el joven no tuvo nada para hacer con el certero cabezazo del delantero. Y con el correr de los minutos la presencia del portero fue creciendo. En la primera parte ganó confianza resolviendo dos remates desde lejos: uno a Agustín Almendra y otro al capitán del xeneize.
Ya en el complemento, Díaz nuevamente tuvo dos voladas vitales para mantener en partido a los del Muñeco. El chico le ahogó el grito sagrado en dos oportunidades al Apache y en la tanda de penales mostró reacción para contener el intento de sutileza de Edwin Cardona, quien tal vez lo sobró, pensando que por su falta de experiencia podía engañarlo. No sucedió.
El guardameta empezó a rasparse codos y rodillas arrojándose en los arcos del club Ateneo de su Lanús natal. De ahí saltó a River en 2007; cuando tenía apenas 7 años. Integrante de una familia humilde, sus seres queridos, cuando el bolsillo lo permitía, se tomaban tres o cuatro colectivos para poder acompañarlo en su tránsito por Inferiores.
Su proyección era más que interesante, al punto que resultó citado a las selecciones Sub 15 y Sub 17 en sendos torneos sudamericanos. En ambos, curiosamente, fue suplente de Manu Roffo, entonces arquero de Boca. Pero la competencia y los nombres de fuste en el plantel profesional no le permitieron crecer, dar el salto. En 2020 cuidó la valla de River en la Copa Libertadores Sub 20, de Paraguay. Había sido la mejor vidriera que había alcanzado en su club. Nunca bajó los guantes.
Y el arrebato traicionero del coronavirus en el plantel de River lo depositó ante la chance de su vida. Gallardo lo cobijó, lo mismo que sus compañeros. De hecho, entró a la Bombonera cubierto por dos de los referentes, para que no lo abordaran los medios. Y la confianza recibida rindió sus frutos con creces.
“Es muy emocionante, para él y sobre todo para su familia y sus seres queridos. Que lo hayan visto en una situación tan particular como haber debutado en el arco de River en un clásico, con lo que eso representa. La verdad que nos ha emocionado porque respondio de buena manera, lo respaldó Gallardo una vez finalizado el partido. Pero su mayor caricia hacia el juvenil fue el abrazo con el que lo acompañó al momento de dejar el campo de juego en La Boca, un gesto paternal que se hizo viral. Y los gritos de aliento durante los penales, que atronaron en una Bombonera sin público.
En varias entrevistas realizadas por el canal oficial del club, Alan –que mide 1.80–reconoció a Ubaldo Matildo Fillol como su ídolo. Sus atajadas le valieron recibir unas lindas palabras de su máximo referente debajo de los tres palos. “Estoy feliz por la gran actuación que tuvo Leo Diaz en su debut. Lo conozco de pibe y sé de su fuego sagrado y su personalidad. Es un arquero que tiene mucha proyección. Fue la figura del Superclásico y con sus atajadas honró la historia del arco millonario y a su familia”, escribió el Pato en su cuenta de Twitter.
Seguramente también lo habrán reconfortado los saludos y apoyos por parte de sus adversarios. Agustín Rossi se acercó a felicitarlo, Miguel Russole dedicó palabras que inflamaron su orgullo y hasta Carlos Tevez, capitán y figura de Boca, se sacó el sombrero ante su performance: “Lamentablemente tuvieron que jugar con el arquerito que me sacó dos pelotas impresionantes, lo felicité porque se lo merece. Es una situación que no fue normal, tuvo que atajar y lo hizo muy bien”.
Tras la eliminación en el certamen local, los cañones en River ahora apuntan a tratar de sellar su boleto a los octavos de final de la Copa Libertadores. El principal inconveniente pasa también por el tema arqueros. En la lista de buena fe, Gallardo sólo utilizó 32 de los 50 cupos disponibles y entre ellos incluyó cuatro arqueros: los que están contagiados.
De esta manera, el club de Núñez no tiene futbolistas disponibles en ese puesto para el choque ante Independiente Santa Fe de Colombia por la 5ª fecha del Grupo D que se desarrollará el próximo miércoles (desde las 21) en el Estadio Monumental.
Ante este escenario, en el Millonario deberán repasar el reglamento y ver si la situación se adapta al punto 3.7.5.12 del reglamento de la Copa Libertadores 2021. Ese apartado está relacionado a la “sustitución de arquero” y advierte: “Se podrá permitir la sustitución de un arquero lesionado durante cualquier etapa de la disputa del torneo, una vez que la gravedad de la lesión haya sido confirmada y certificada por la Comisión Médica de la CONMEBOL”.
De conseguir un guiño de la Confederación Sudamericana, quien se recibirá de internacional es el propio Díaz, al que le dieron un rol protagónico cuando nada hacía preverlo. Y todo indica que no sólo se ganó ese primer contrato del que dudaba. Directamente se recibió de arquero de River.
Fuente: (Infobae)