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domingo, 5 mayo, 2024
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    Otro bochorno legislativo de La Libertad Avanza: el proyecto flojo de firmas contra el aborto legal

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    La impulsora de la desinteligencia fue Rocío Belén Bonacci, autora del texto que ayer sacudió a la opinión pública y que motorizó la reacción de las organizaciones que en 2020 lograron la aprobación de una legislación que llevó años de lucha.

    El proyecto presentado el 5 de febrero pide derogar la IVE (27.610) y retrotraer los artículos del Código Penal que esa ley dio de baja. Lleva la firma de Bonacci, el presidente del bloque LLA, Oscar Zago, la cosplayer Lilia Lemoine, Beltrán Benedit, María Fernanda Araujo y Manuel Quintar.

    La sumatoria de firmas daba idea de que la iniciativa del oficialismo contaba con el aval del gobierno nacional cuyo procurador, el ultraconservador Rodolfo Barra, hace días dio luz verde a la demanda de sectores antiderechos que cuestionaron la constitucionalidad de esa ley.

    Interna libertaria por el proyecto de derogación de la IVE

    Pero resulta que todo no fue así. Presionada por varios de sus socios de bancada, Bonacci aclaró que el proyecto no es una iniciativa del Poder Ejecutivo sino personal. Y no solo eso: también fue acusada de inventar firmas.

    “Estamos preocupados, abocados y trabajando sin ningún tipo de descanso en otro tipo de temas que son mucho más urgentes y relevantes que este tema”, precisó Adorni, quien despegó a Milei de la iniciativa y aclaró que “no es parte de la agenda del Presidente”.

    Antes que Adorni, la primera en desmarcarse fue Lemoine, quien en una entrevista al medio Corta afirmó: “Pusieron mi nombre porque dije que iba a acompañar pero que no era momento ahora y me metió igual. Es muy dañino”. Además, responsabilizó del desaguisado “a la diputada que lo soltó sin tomar las precauciones necesarias para que no caiga en saco roto”. O sea a Bonacci.

    En menos de una semana, el oficialismo en Diputados se enfrenta a otro desbarajuste en los procedimientos legislativos. El más escandaloso fue la caída de la Ley Ómnibus, entre otras cuestiones por desconocimiento del reglamento de la Cámara.

    El bloque LLA pasó a comisión el tratamiento particular de la ley sin registrar que con ello se caía su aprobación en general. Ahora presentan un proyecto en nombre de LLA pero sin el visto bueno del Poder Ejecutivo y con apoyos poco claros.

    De emojis a firmas para un proyecto

    En el caso de la IVE, la encargada de aclarar fue la propia Bonacci, quien se vio obligada a publicar en la red social X –la vía frecuente de los diputados de LLA para referirse a la cosa pública- que “el proyecto es mi iniciativa no del Ejecutivo y ha sido puesto a la consideración del cuerpo que integro”.

    “Defiendo la vida. Ni más, ni menos”, publicó durante la madrugada y en sucesivos posteos intentó aclarar que la dejaron sola.

    El diálogo más picante en la red fue en el economista Carlos Maslatón, quien la consulto sobre si el proyecto lo había presentado sin autorización de Milei. Bonacci contestó: “Los diputados pueden y deben presentar PROYECTOS. No sabía que tenía que pedir permiso para proceder”.

    En una de esas publicaciones, aclaró que las rúbricas de sus cinco compañeros de bancada “no son firmas de puño y letra” sino “acompañamientos de miembros de mi bloque, con los que previamente charlamos acerca de este proyecto, algunos por WhatsApp y otros personalmente. Podían estar o no. No sé por qué tienen el afán de llamarle ‘operación’ a todo”.

    Acto seguido adjuntó una captura de pantalla de una conversación aparentemente en el grupo de WhatsApp de los diputados LLA en la que ella adjunta el texto del proyecto y dice: “Creo conveniente promover la presentación del proyecto que adjunto, y solicito el acompañamiento con sus firmas si lo creen conveniente”.

     

    Alguien no identificado le responde: “Totalmente de acuerdo Rocío, contá conmigo y mi equipo”. 

    Los diputados de La Libertad Avanza (LLA) se enfrentan a otro bochorno legislativo. Esta vez es por el proyecto de derogación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que fue presentado en las últimas horas y que, hoy se supo, resulta que no había sido iniciativa del bloque sino de una sola legisladora que sumó apoyos sin haberlos acordado formalmente. “Es una discusión estrictamente legislativa. No es parte de la agenda del Presidente, no ha sido una decisión del Presidente y no está impulsado de ninguna manera por el Poder Ejecutivo”, aclaró el vocero presidencial Manuel Adorni.

    La impulsora de la desinteligencia fue Rocío Belén Bonacci, autora del texto que ayer sacudió a la opinión pública y que motorizó la reacción de las organizaciones que en 2020 lograron la aprobación de una legislación que llevó años de lucha.

    El proyecto presentado el 5 de febrero pide derogar la IVE (27.610) y retrotraer los artículos del Código Penal que esa ley dio de baja. Lleva la firma de Bonacci, el presidente del bloque LLA, Oscar Zago, la cosplayer Lilia Lemoine, Beltrán Benedit, María Fernanda Araujo y Manuel Quintar.

    La sumatoria de firmas daba idea de que la iniciativa del oficialismo contaba con el aval del gobierno nacional cuyo procurador, el ultraconservador Rodolfo Barra, hace días dio luz verde a la demanda de sectores antiderechos que cuestionaron la constitucionalidad de esa ley.

    Interna libertaria por el proyecto de derogación de la IVE

    Pero resulta que todo no fue así. Presionada por varios de sus socios de bancada, Bonacci aclaró que el proyecto no es una iniciativa del Poder Ejecutivo sino personal. Y no solo eso: también fue acusada de inventar firmas.

    “Estamos preocupados, abocados y trabajando sin ningún tipo de descanso en otro tipo de temas que son mucho más urgentes y relevantes que este tema”, precisó Adorni, quien despegó a Milei de la iniciativa y aclaró que “no es parte de la agenda del Presidente”.

    Antes que Adorni, la primera en desmarcarse fue Lemoine, quien en una entrevista al medio Corta afirmó: “Pusieron mi nombre porque dije que iba a acompañar pero que no era momento ahora y me metió igual. Es muy dañino”. Además, responsabilizó del desaguisado “a la diputada que lo soltó sin tomar las precauciones necesarias para que no caiga en saco roto”. O sea a Bonacci.

    En menos de una semana, el oficialismo en Diputados se enfrenta a otro desbarajuste en los procedimientos legislativos. El más escandaloso fue la caída de la Ley Ómnibus, entre otras cuestiones por desconocimiento del reglamento de la Cámara.

    El bloque LLA pasó a comisión el tratamiento particular de la ley sin registrar que con ello se caía su aprobación en general. Ahora presentan un proyecto en nombre de LLA pero sin el visto bueno del Poder Ejecutivo y con apoyos poco claros.

    De emojis a firmas para un proyecto

    En el caso de la IVE, la encargada de aclarar fue la propia Bonacci, quien se vio obligada a publicar en la red social X –la vía frecuente de los diputados de LLA para referirse a la cosa pública- que “el proyecto es mi iniciativa no del Ejecutivo y ha sido puesto a la consideración del cuerpo que integro”.

    “Defiendo la vida. Ni más, ni menos”, publicó durante la madrugada y en sucesivos posteos intentó aclarar que la dejaron sola.

    El diálogo más picante en la red fue en el economista Carlos Maslatón, quien la consulto sobre si el proyecto lo había presentado sin autorización de Milei. Bonacci contestó: “Los diputados pueden y deben presentar PROYECTOS. No sabía que tenía que pedir permiso para proceder”.

    En una de esas publicaciones, aclaró que las rúbricas de sus cinco compañeros de bancada “no son firmas de puño y letra” sino “acompañamientos de miembros de mi bloque, con los que previamente charlamos acerca de este proyecto, algunos por WhatsApp y otros personalmente. Podían estar o no. No sé por qué tienen el afán de llamarle ‘operación’ a todo”.

    Acto seguido adjuntó una captura de pantalla de una conversación aparentemente en el grupo de WhatsApp de los diputados LLA en la que ella adjunta el texto del proyecto y dice: “Creo conveniente promover la presentación del proyecto que adjunto, y solicito el acompañamiento con sus firmas si lo creen conveniente”.

     

    Alguien no identificado le responde: “Totalmente de acuerdo Rocío, contá conmigo y mi equipo”.

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