De acuerdo con los cálculos de INDEC, casi el 60% del superávit acumulado del 2021 se debió a una mejoría de los precios respecto al mismo lapso del 2020. En el primer semestre del año, los términos del intercambio se ubicaron apenas 4% por debajo de su mejor dato histórico (el último trimestre del 2012). Por otra parte, con la mejora de la actividad (que fue palpable en junio y julio, a pesar de que sólo hay datos del primero de estos meses) las importaciones crecieron 72% i.a. en el bimestre y 28% respecto a igual lapso de 2019.
Esto implica que el saldo comercial favorable (que fue de u$s12.500 millones en 2020 y sería de un monto similar en 2021) podría empezar a erosionarse con la continuidad de la recuperación económica.
Por otra parte, señalan que “si los commodities se abarataran (por ejemplo, producto de una suba de tasas de la FED que mejore el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense), el flujo de divisas se contraería más rápidamente”.
En el último punto, Ecolatina marca cuál sería la solución: para evitar la restricción externa hay que exportar más. “Las reservas internacionales netas no abundan, pero sí los pagos de deuda en moneda dura: generar dólares genuinos es la única salida no contractiva”.