En rigor, el cuestionamiento a Olmedo fue más amplio y no para de crecer. Desde que preside el legislativo regional es cuestionado por la serie de insólitas imposiciones como poner patovicas en el recinto, quedarse con el control de comisiones, silenciar a discreción los micrófonos de diputados y poner “pulseritas” de ingreso a la cámara.

Los parlamentarios de varios países lo criticaron por “extralimitarse en sus funciones”. “No voy a permitir que esto ocurra aquí, usted no manda acá”, le espetó a Olmedo hace dos semanas una de las autoridades de la delegación de Brasil.

A raíz de ese y otros escándalos, Eiben, Martín y Serna le quitaron el apoyo al presidente del cuerpo y fueron parte de los 31 firmantes que el 12 de marzo pidieron su reemplazo.

En la nota pidieron “reemplazar la representación argentina en la mesa directiva que ejerce el parlamentario Alfredo Olmedo por la parlamentaria de su misma bancada, la doctora Fabiana Martín”.

Argumentaron sobre “la pérdida absoluta de confianza” en Olmedo, “la extralimitación en sus facultades” y “la falta de respeto con sus pares nacionales, con quienes no mantiene diálogo por ningún medio”.

La respuesta de Olmedo fue conseguir apoyo desde la Casa Rosada y echarlos del bloque. Los acusó de ser “funcionales a los integrantes parlamentarios electos por listas opositoras” y haber actuado “en contra de la moral y los intereses de La Libertad Avanza”.

 

Con estas tres bajas, el bloque de LLA quedó reducido a 11 parlamentarios más Olmedo, que resiste aunque sus días como autoridad máxima parecen estar contados.